Una Segunda de locos

Con 43 puntos, aventaja en siete al segundo y en ocho al tercero, la referencia cara a pensar en el ascenso directo. Se ha quedado cerca del récord de 46 del Levante de Muñiz (2016-17) al ecuador. En su quinta campaña con Álvaro Cervera en el banquillo y tras varios intentos fallidos recientes para subir, domina la competición por tener más claro que nadie a qué juega. El líder es el que menos posesión tiene. Domina el juego de transición con jugadores veloces y una idea clara: juntarse y salir al contragolpe.

La irrupción del jeque Turki Al-Sheikh y su chequera no va mal, aunque hay quien esperaba que podría ir mejor. La impaciencia domina todo. Ya va por el tercer entrenador (Óscar Fernández, Pedro Emanuel y Guti) y se prevé una remodelación grande de la plantilla en el mercado de invierno, tras otra ya ejecutada en verano. Entre tantos refuerzos jóvenes foráneos a coste inflado e inadaptados (Ozornwafor, Jonathan, Appiah, Aliyu, Coric,...), la mayoría de los que sacan las castañas del fuego son canteranos o jugadores nacionales (Lazo, Corpas, Juan Muñoz,...). Con 35 dianas, es el equipo más goleador.

En su vuelta a Segunda peleará por el regreso a la élite inmediato. Es un equipo que ha exhibido un buen trato al balón y que asume siempre la iniciativa del juego, pero falto de definición y sin haber llegado ni de lejos a su mejor versión; de hecho, hasta resulta difícil elegir jugadores que se hayan acercado a su mejor registro. Un ejemplo es la suplencia en las últimas citas de Okazaki. Pero tiene excelentes individualidades desde la medular hacia adelante.

El equipo sorpresa, máxime con un once tipo (que pudo repetir mucho al comienzo) que es el mismo que logró el ascenso a Segunda. Debutante en la categoría y dirigido por un Mere al que se le augura una carrera de éxito a nivel profesional, explota al máximo sus recursos. Tácticamente roza la perfección con su orden defensivo y su despliegue en ataque, en el que ha brillado Hugo Fraile en la ejecución de penaltis y acciones a balón parado. Con varios jugadores muy veteranos y una rotación corta, jugaría ahora los 'play-off'.

Si hubiera que elegir el fichaje con mejor rendimiento en la categoría, ese sería el de Luis Suárez, que ya a finales de la pasada campaña empezó a mostrar detalles en el 'Nàstic'. En torno a él, y pese a la posible retirada de Dwamena, el Zaragoza vuelve a ilusionar. Mantiene su estilo atractivo, con protagonismo del balón, y peleará por volver a Primera, donde no juega desde 2013. Como se temía, el fichaje estrella, Kagawa, está lejos ya de su mejor tono.

Un rendimiento más que notable en esta primera vuelta y adaptándose muy bien a la categoría. Es un equipo camaleónico, que domina diferentes registros, que puede atacar de un modo directo o jugar a la defensiva y en el que se detecta un buen trabajo de su técnico, Luis Carrión. Sin fichajes llamativos, sobresalen nombres ya conocidos como los de Escassi, Marc Mateu e Higinio junto a otros novedosos como Dani Barrio, Curro y Moha. Sólo cinco derrotas y cuarto equipo con más puntos de local.

Conserva intactas sus expectativas de subir, en especial si sigue yendo a más, tras un comienzo con dudas. Por lo pronto, pese a los problemas con el tope salarial en verano, ya suma cuatro puntos más que el pasado curso. Ello pese a la plaga de lesionados (Rubén Castro y Araujo entre ellos) y con el rendimiento creciente de Narváez y el liderazgo de un Jonathan Viera con el que se negocia para que no se haya acabado ya su cesión por el Beijing Guoan.

Un equipo que se beneficia de la continuidad dada al proyecto en plantilla y entrenador (Pacheta). Flojo defensivamente, tiene a uno de los mejores porteros de Segunda, Edgar Badía, excelentes extremos (Josan y Fidel) y delanteros contrastados como Nino y Yacine Qasmi. Eso y el internacional sub-21 Gonzalo Villar enlazando con el ataque le está dando para estar en la zona alta.

Pese al privilegio de disponer del 'pichichi' de Segunda, Stuani (16 goles), que ya estuvo entre los máximos goleadores de Primera las últimas campañas, no carbura el Girona. Tras salir Unzué en la duodécima jornada y llegar Martí, se ha cambiado el sistema con 'carrileros' (histórico ya en el equipo) para pasar a una defensa de cuatro. Ofensivamente, tiene mimbres para mucho más.

Una sorpresa agradable. Ha ido de menos a más y se ha adaptado a la categoría, con un descubrimiento goleador, el de Marcos André, y un excelente nivel de jugadores como Guridi, Antonio Sánchez o el zurdo Merquelanz. Y también un buen trabajo de Iraola, al que se le augura una buena carrera como técnico.

Un equipo que basa su cómoda situación actual en el rendimiento en casa. Veinte de sus treinta puntos llegaron en El Toralín, donde sólo ha perdido una vez. Vive también del acierto realizador del incombustible Yuri, pero junto a él cabe destacar al lateral derecho Son (ha jugado todos los minutos) y el extremo Isi. Su nivel en las bandas facilita su juego directo, del que sabe mucho su entrenador, Bolo.

A diferencia del anterior, el Alcorcón brilla mucho más de visitante. De hecho, es el único invicto fuera de la categoría, aunque con sólo tres triunfos y siete empates. Se adapta bien a la tendencia mayoritaria de Segunda de ser un conjunto que hace más daño con las transiciones rápidas que con el ataque en estático. Stoichkov, un jugador con mucho gol, es su referente en unas alineaciones, las de Fran Fernández, muy cambiantes.

Parecía difícil acercarse al listón de la pasada campaña, como se ha hecho patente después. Son doce puntos menos que hace un año a estas alturas, sin referentes como Tejero, Eugeni, Febas o Bela. De los que siguen casi nadie está al nivel de antes. Ni Zozulya, cuya presencia en Vallecas desató un suceso insólito: la suspensión de un choque al descanso. Aun así, está en una zona tranquila de la tabla clasificatoria por ahora, dirigido por un Ramis que conoce bien las armas que maneja.

Sólo dos victorias fuera y un potencial ofensivo muy desaprovechado, con Ulloa, Andrés, Piovaccari, Embarba, Pozo, Álvaro García, Bebé,... La continuidad de Paco ha estado varias veces en el alero, y la primera vuelta acaba con la crisis abierta por el colectivo de los 'Bukaneros', al obligar a suspender un partido por insultos a un jugador rival. Mucho tendrá que mejorar si desea aspirar al menos a la fase de ascenso, cuyas plazas tiene ahora a siete puntos. Depende en exceso de Embarba, con seis goles y diez asistencias el jugador más productivo de Segunda.

Lastrado por su falta de gol (con cinco dianas, es el menos realizador fuera), llega al paréntesis navideño con la destitución de José Alberto López y la apuesta por Miroslav Djukic, con algunos días más de margen para trabajar. Sólo tiene cuatro puntos de ventaja sobre la zona de descenso. Aitor García y, sobre todo, el nivel algo inconstante de Manu García, –una elevadísima inversión del club– son la única alegría. Djurdjevic sigue espaciando en exceso los goles. El juego colectivo deja mucho que desear.

Pese a arrancar la competición con sólo diecisiete profesionales y desequilibrios por puestos en la plantilla, el rendimiento ha resultado decepcionante ante el nivel que se le presupone a algunos de sus jugadores (los Munir, Luis Hernández, Juan Carlos, Adrián, Juanpi, Keko o Dani Pacheco). El equipo se ha movido toda la primera vuelta en la parte baja de la tabla y la ha acabado con sólo uno de colchón respecto a la zona de descenso. Es un equipo sin una idea clara de juego, al que no le cunde llevar la iniciativa del juego, con cifras míseras de goles (el segundo menos realizado y el tercero menos batido) y que empieza a depender en exceso de su único 'nueve' puro, Sadiku (siete dianas). En una grave crisis de la entidad, sin solvencia para los pagos en los próximos meses, a falta de nuevas noticias, el cuerpo técnico y la plantilla se escuda en exceso en esta situación para justificar su pobre rendimiento, con 17 puntos menos que hace un año en el ecuador liguero.

Resulta decepcionante ver al Oviedo pelear de lleno por la permanencia en la categoría. Es un paso atrás para un club que lleva años forzando su regreso a la élite, con ampliaciones de capital incluidas. Ni siquiera el 'efecto Ortuño' –autor de siete goles en las ocho primeras jornadas, pero sólo de tres en las doce últimas– ha sido suficiente. Su debilidad defensiva lastra el potencial atacante, con Bárcenas, Saúl Berjón y un gran Sangalli (segundo mejor asistente del torneo, con seis). En la quinta jornada Javi Rozada, procedente del filial, suplió a Sergio Egea en el banquillo, sin grandes resultados.

Mejor en el Anxo Carro que fuera (sólo una victoria), el Lugo se abona a otro año de sufrimiento. Sigue fija la pareja de medios centro Pita-Seoane, y el canario Cristian Herrera (titular todos los partidos y con siete dianas ) se ha convertido en el goleador de referencia. A pesar del empate in extremis en La Rosaleda para cerrar el año las informaciones daban por hecho la salida de Eloy Jiménez y un relevo en el puesto de entrenador, lo que se consumó la noche del jueves finalmente. Las limitaciones evidentes del equipo, diseñado para un juego directo, sin mucha elaboración, no invitan al optimismo.

No está siendo tranquilo el regreso de un equipo extremeño a la segunda categoría después de años sin representantes de la región. Al sufrimiento de la pasada campaña se le suma el de esta, al despedir en zona de descenso la primera vuelta. Los problemas se dan sobre todo en Almendralejo, con sólo dos victorias a estas alturas en el Francisco de la Hera. Kike Márquez no está siendo tan determinante como la pasada campaña, y Manuel Mosquera ha optado por jugar con una defensa de cinco en las últimas jornadas, con la que el equipo parece estar más equilibrado. Zarfino vuelve a ser el estandarte del equipo con su despliegue defensivo y capacidad realizadora.

Su primera mitad del torneo parece marcada por la salida de López Garai y la llegada de Rubén Baraja para dirigir al equipo en los tres últimos encuentros, con un periodo interino de Sesé Rivero de dos jornadas. La falta de intensidad y de rigor defensivo condenan al Tenerife, el peor local de Segunda (sólo una victoria) y sin importantes referencias goleadoras. Tiene que ser el veterano Suso el que pone las mejores gotas de calidad en ataque, y Milla se mantiene como la otra pieza clave dando orden al juego.

Sólo dos victorias para el peor hasta ahora de los cuatro recién ascendidos, siendo por contra del que más se esperaba por su condición de histórico del fútbol español y su proyecto. Yoda, a sus 31 años, ha explotado al fin en el fútbol español y es su 'jugador franquicia', con ocho goles y cuatro asistencias. Esta bien rodeado en ataque por Álvaro Cejudo y Enzo Lombardo, pero se ha visto muy lastrado por sus doce empates (el que más), porque sólo ha ganado dos citas y perdido nada más que siete.

Sin duda, la sorpresa negativa del campeonato. De pelear hasta el último partido de los 'play-off' por el ascenso hace meses, a ser colista destacado y estar al borde de la desaparición. ¿Qué le sucede al equipo? Para empezar, ha ganado sólo dos partidos, curiosamente el primero y el último del campeonato, y en ambos casos con tremendos apuros (con goles en el minuto 88 y en el 95, respectivamente). El club, con una deuda enorme, corre un riesgo serio de desaparecer. Recintemente se fue su presidente, Francisco Zas (le sucede Fernando Vidal), y en el banco Luis César Sampedro, que relevó a Juan Antonio Anquela, y ahora va a ser sustituido por Fernando Vázquez. El equipo es el más goleado (35 tantos) y está sin confianza. Pesan las salidas de Pablo Marí, Domingos Duarte, Edu Expósito, Quique y Carlos Fernández.