Pese al doloroso 4-0 encajado frente al Rayo Vallecano, después del primer mes de competición resulta evidente que los males del Málaga son estrictamente ... ofensivos, quizá no tanto creativos. Es obvio que con las importantes restricciones impuestas por LaLiga en la configuración de la plantilla (un máximo de 18 fichas profesionales y con salarios muy reducidos) y con los serios obstáculos en la planificación (principalmente la imposibilidad de inscribir a los nuevos futbolistas mientras no se produjeran salidas) el equipo ha comenzado el campeonato con excesiva demora en la planificación. Y aunque sólo los optimistas hubieran pensado en un escenario con seis puntos tras las cuatro primeras jornadas a tenor de las circunstancias referidas, sí preocupa –y en el cuerpo técnico lógicamente no son ajenos a ello– la escasa producción de oportunidades.
Precisamente en relación con las evidentes carencias goleadoras el entrenador blanquiazul, Sergio Pellicer, ya ha aludido en un par de ocasiones a la necesidad de que todos los jugadores sumen en el capítulo realizador. La pasada temporada el equipo se sustentó básicamente en la aportación de Sadiku y Adrián, dos futbolistas que ya no están y que firmaron un porcentaje importante de sus tantos en lanzamientos desde el punto de penalti. No es muy habitual que un equipo, como le sucedió al Málaga, acabe como el menos goleado de Segunda y que, sin embargo, esté demasiado cerca de la zona de descenso (conviene recordar que aseguró la permanencia en la penúltima jornada).
Desde luego, a tenor de la pasada temporada, las cifras ofensivas de los tres delanteros incorporados no son excesivamente alentadoras. Orlando Sá estuvo inédito en el Standard de Lieja (en la mayoría del ejercicio, por lesión), Caye Quintana logró un solo gol en sus 29 actuaciones con el Cádiz y posteriormente con el Fuenlabrada (y frente al Málaga en La Rosaleda), y Chavarría ni se estrenó en sus contadas apariciones con el Mallorca en Primera (198 minutos en 13 encuentros).
Tanto Pellicer como el director deportivo, Manolo Gaspar, han recordado que determinadas incorporaciones afrontaron su primer encuentro con apenas dos entrenamientos, de ahí que se haya visto falta de compenetración y frescura en las acciones ofensivas. Y también, como es lógico, el técnico ha priorizado el orden defensivo en esta fase inicial para tratar de mantener la puerta a cero y sumar en lo que él calificó en su momento de «pretemporada con puntos».
Aun así, ya con la plantilla al completo, Pellicer ha reiterado un mensaje que ya había expuesto durante los entrenamientos previos a los partidos anteriores. «Hay que acercarse más a Caye», ha repetido hasta la saciedad para tratar de que el delantero centro no se vea tan desasistido en su pugna con los centrales rivales y para que, en definitiva, los futbolistas de segunda línea aprovechen las dejadas y los movimientos del futbolista de Isla Cristina. De momento, el onubense es titular debido a que el estado físico de Orlando Sá no es el adecuado para competir al máximo nivel. El técnico blanquiazul confía en que con el paso de las semanas determinados futbolistas entiendan ese «hay que soltarse, hay que soltarse» en el que ha insistido, porque conseguir el objetivo de la permanencia pasa en un porcentaje muy alto por evitar la dependencia de los delanteros.
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