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Para el primer partido del año en casa, nada menos que el del regreso del Málaga al fútbol profesional, hacía falta un saque de honor a la altura. Y para ello, el club se puso en contacto con un hombre que hace apenas unas semanas ... hizo historia. ¿Cómo? Convirtiéndose en el noveno medallista olímpico malagueño de la historia.
El marbellí de 25 años Ayoub Ghadfa, vigente subcampeón olímpico de boxeo en París (en el peso superpesado), fue el encargado de hacer el saque de honor en el Málaga-Mirandés de este sábado. Con su característica sonrisa y el nerviosismo de cualquier niño 'futbolero', Ayoub saltó al campo ante 26.066 espectadores que no pararon de ovacionarle.
Aplaudido y bajo la atenta mirada de los dos onces titulares, así como del cuerpo arbitral, al que saludó uno a uno, el marbellí alzó ante la grada una camiseta de la nueva temporada del Málaga con el número 23 a su espalda, recién entregada por Kike Pérez. Orgulloso, pateó el balón, y de nuevo, fue ovacionado por todo el estadio. Un sentimiento ilusionante
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