Fran Villalba (i) anima a Rubén Castro después de que fallase un penalti contra la Ponferradina. MARIANO POZO

Rubén Castro, una estrella 'dormida'

El delantero lleva un mes y medio sin ver portería, se ha agudizado su desconexión con el equipo y en el último encuentro falló un penalti

Miércoles, 30 de noviembre 2022, 00:01

Casi nadie duda en el entorno blanquiazul del nivel de Rubén Castro y de que es la estrella del Málaga desde el momento que se conoció su fichaje por el conjunto de La Rosaleda en verano. Es un goleador contrastado y mantiene un físico privilegiado que le permite seguir dilantando su carrera profesional a los 41 años.

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Esta consideración permanece intacta, pero lo cierto es que en su corto periplo como malaguista aún no ha ofrecido más que destellos puntuales de su calidad y todavía no ha conseguido explotar su potencial, ese con el que deslumbró los últimos dos años en el Cartagena, donde anotó casi 40 goles en Liga con una media de una veintena de tantos por curso.

Esta temporada lleva tres goles con el Málaga, que ha ido consiguiendo de forma guadianesca y resultan insuficientes como rendimiento a la gran inversión depositada por él, que es el que más caché ostenta de largo en el vestuario. Y es una situación extraordinaria porque en ninguna de sus temporadas como profesional había marcado menos que ahora con tantos minutos de juego (1.230 en 17 partidos). Marcó al Mirandés en la tercera jornada, el segundo tanto lo consiguió en la séptima fecha frente al Villarreal 'B' y el tercero fue el que le hizo al Lugo, y también se distinguió como el más excelso por su maniobra.

Más balones al área

Pero desde aquel último gol ya ha pasado un mes y medio, un tiempo en el que ha crecido la sensación de desconexión del delantero con la forma de jugar y las necesidades del equipo. Y en el que también ha vivido su primera suplencia sin minutos. Fue en Zaragoza y no jugó porque el guion del partido le excluía por su características. Mientras que el equipo necesitaba un delantero con movilidad y bregador para defenderse, Rubén Castro ya no está para esas batallas.

Esto es algo que ya tenían asumido en el Málaga cuando en el mercado de fichajes estival vieron la ocasión única de contratar a uno de los máximos goleadores de la categoría para intentar solventar su debilidad ofensiva. El reto era jugar para él y hacerle llegar balones al área para que los transformase en gol. Pero ni Guede primero ni luego Pepe Mel han dado con la tecla en este sentido mientras que el canario tampoco varía sus prestaciones ni un milímetro. De ahí la frustración.

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Y que también esté siendo un tema recurrente sobre el que también se ha explicado el actual entrenador blanquiazul, que además cuenta con una relación profesional inigualable por otro preparador con Rubén Castro tras una década coincidiendo en diferentes equipos, principalmente en el Betis. Si alguien sabe cómo manejar esta cuestión y sacarle el mejor rendimiento al ariete presumiblemente ese es el madrileño, que le vio siendo 'pichichi'.

Nos conocemos desde hace mucho tiempo, yo sé lo que siente Rubén y lo que tenemos que hacer es seguir insistiendo. Es un futbolista demasiado importante como para dejarlo a un lado. Hay que insistir en él y que nos ayude como lo tiene que hacer, que es metiendo goles. Estoy segurísimo que va a pasar de diez goles y lo importante es que el equipo crezca porque si eso ocurre y se generan jugadas se necesite que alguien las remate. Y en Segunda en muchos años ha quedado claro que el mejor rematador es él», dijo Pepe Mel tras el triunfo ante la Ponferradina.

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