Rubén Castro, la estrella desconectada

El goleador, de hecho, está intentando movimientos nuevos, buscando más atrás el balón, con el objetivo de no quedarse solo arriba, sin posibilidades de que le llegue el balón con ciertas garantías de éxito. Su calidad es evidente, pero la preocupante escasez de posibilidades en ataque merma cualquier progresión del ariete, que, pese a todo, lleva tres goles y ha ofrecido dos asistencias más en las quince jornadas que se han celebrado hasta ahora de competición liguera. Sigue siendo, sin duda, una de las esperanzas para resurgir.

Pero las carencias generales del Málaga no sólo se centran en las reducidas llegadas con peligro al área rival, sino que las imprecisiones en los centros desde las bandas van en aumento, como se ha podido observar en los anteriores compromisos, igual que el descenso tan alarmante en la creatividad del centro del campo blanquiazul, lo que ahoga por completo a un Rubén Castro desasistido y desesperado en las inmediaciones del área. El delantero, de hecho, dispone ya de menos oportunidades que en anteriores encuentros.

El escenario actual es muy diferente al que preveía al incorporarse el propio Rubén Castro y el resto de los fichajes, que pensaron desde el primer momento en aspirar directamente al ascenso a Primera, algo que está completamente olvidado desde hace algunas semanas. El goleador se incorporó como nueva estrella del conjunto de Martiricos y con unas expectativas completamente disparadas, algo que ilusionó a los aficionados desde el primer instante, y el futbolista canario sigue teniendo toda la confianza en el veterano futbolista.

Apuesta permanente

La apuesta del entrenador, tanto Pepe Mel como Pablo Guede, siempre fue máxima por el delantero, intentando aprovechar las virtudes del canario, que sigue a un buen nivel físico pese a sus 41 años. De hecho, es el futbolista blanquiazul con más minutos disputados hasta ahora, con nada menos que 1.227. Sólo se quedó una vez fuera del once inicial para hacer rotaciones en el equipo en una jornada entresemana, pero en este caso salió en la segunda parte y tomó parte de esta manera en todos los encuentros de la temporada.

La desconexión de Rubén Castro, sin duda, está directamente relacionada con el juego que despliega el equipo. Su participación precisa de la colaboración del colectivo, de la generación de más opciones en el área y de una mayor precisión en los últimos toques. Al retrasarse algo más e intentar algunas acciones diferentes, pierde fuelle y pospone la posibilidad de hacer más daño dentro del área. En cualquier caso, sigue estando muy por encima del resto de sus compañeros en casi todos los capítulos que deciden en el ataque.

Las soluciones para el futuro pasan por una mejoría general del bloque, que ahora está en proceso de recuperación para salir del 'farolillo rojo'. Parece claro que las carencias que se pretenden corregir para potenciar el juego por las bandas pueden redundar en una mayor presencia del balón en el área rival, lo que revitalizaría a Rubén Castro y al resto de rematadores del cuadro blanquiazul.

Los registros del canario son conocidos y distan mucho de lo que está ocurriendo en este momento en el Málaga, donde ahora acumula cuatro encuentros consecutivos sin marcar. En su anterior equipo, el Cartagena, hizo una media de veinte tantos en las dos campañas en las estuvo. En el Málaga, una vez transcurrido el primer tercio del campeonato, las estadísticas del delantero no está respondiendo a los anteriores datos, pero todavía queda una parte importante del campeonato que puede permitir el cambio de rumbo del equipo y también de Rubén Castro, que necesita una mayor generación de juego en las inmediaciones del área rival para aprovechar su instinto y calidad, y volver a conectar al máximo nivel. Una mayor participación del ariete, además de sus opciones personales, sería clave para el cuadro blanquiazul, que mantiene una dinámica negativa que lo está llevando a un callejón sin salida.