Unas rotaciones menos favorables

Más allá del empate, el Málaga fue de más a menos y acabó sufriendo de forma clara por el resultado en la segunda mitad, por momentos de gran asedio de un Mirandés ambicioso, máxime cuando apreció los puntos débiles de su rival en la contención.

El Málaga salió claramente perdedor en el eje del centro del campo, con la pareja formada por Escassi y Cristian tratando de distribuir el balón para armar el juego. En inferioridad ante el trío formado por Pablo Martínez (un ex del filial del Levante), Javi Muñoz (llegado del Alavés) e Iván Martín (brilló la pasada campaña en el Villarreal B), el Mirandés acabó imponiéndose claramente en esa franja para hacerse con el control del partido. Fue llamativo especialmente la comodidad con la que se movió el último de ellos entre líneas, sin que se le pudiera parar. Una de sus acciones, precisamente, fue la que originó el gol visitante, cuando combinó en profundidad para el eslovaco Jirka (otra pesadilla anoche), que hizo un desmarque de ruptura que no supo leer Lombán, otro de los beneficiados por las rotaciones y que no estuvo nada rápido en la respuesta.

Más allá de que el gol malaguista estuvo protagonizado por dos de los nuevos, Matos que centró hacia Jozabed, esta fue casi la única aparición relevante del último de ellos en el partido. Ubicado como falso extremo, sufrió en defensa y tuvo poca presencia más en el ataque. Al igual que Jairo, que pasó inadvertido.

Así las cosas, Pellicer no tardó en deshacer los cambios y volver al equipo que tanto brilló ante el Sporting. En sus sustituciones, sacó del campo a Jozabed, Jairo, Cristian y Juande para que entraran Luis Muñoz, Ramón, Rahmani y Chavarría y retrasar a Escassi. Con eso volvió la pareja de medios centro más exitosa (Luis-Ramón) y al trío de ataque que mejores resultados ha dado: Caye-Chavarría-Rahmani. Pero al margen de alguna arrancada explosiva de este, el Mirandés siguió controlando el juego y mostrando peligro ante un muy activo Soriano, que tuvo mucho trabajo, acertado, aunque quizás pudo hacer algo más en la acción del 1-1.

Después de tres partidos como invicto e imbatido en La Rosaleda (1-0 al Alcorcón y al Sporting y 0-0 contras Las Palmas), el Málaga perdió anoche la última de estas dos condiciones. El gol del extremo izquierdo visitante Jirka en la segunda mitad fue el primero que recibe el equipo en Martiricos, aunque al menos sigue sin perder en su campo, pese a que esta temporada no está habiendo de momento público y, por tanto, no hay una presión ambiental importante para los rivales.