La Rosaleda se prepara ya para las obras del Mundial 2030 con unas pruebas del suelo

Estas labores previas están ya en marcha en la explanada norte del campo de Martiricos, en el interior de la instalación, entre el estadio principal y el Anexo, donde una perforadora está tomando catas del terreno con el objetivo de comprobar la consistencia del terreno de cara a la futura cimentación que deberá colocarse para la ampliación del campo, que pasará a disponer de un aforo para 45.000 espectadores. Se prevé que la nueva instalación se convierta en una de las más importantes del país tras la remodelación.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, puso fecha al comienzo de las obras de una forma directa en el interior del estadio, previstas para el primer trimestre del próximo año, una fecha muy ajustada y que obligará a buscarle acomodo al equipo de Sergio Pellicer. De esta manera se agilizarán los trabajos para cumplir con los plazos. El Málaga, de esta forma, se trasladaría una temporada o dos a un estadio de atletismo adaptado y con unas gradas provisionales para más de 25.000 espectadores.

Estas catas previas estaban ya previstas debido a que el Ayuntamiento adjudicó los trabajos hace varios meses a TPF Getinsa Euroestudios Sociedad Limitada por un valor de 72.607. Se trata de una empresa con sede en Madrid y que es la encargada de obtener la información técnica básica que permita caracterizar el terreno sobre el cual se desarrollarán las distintas actuaciones de la futura ampliación del estadio.

Asimismo, será necesario también analizar en profundidad el estado de la edificación, con el objeto de tomar conciencia de las posibilidades estructurales del recinto actual. Los trabajos por realizar se dividirán en dos grandes bloques: trabajos geotécnicos y ensayos en la estructura existente, y tendrán una duración máxima de tres meses. Estos trabajos también contemplarán las distintas parcelas que se engloban dentro de la ampliación, no sólo la que actualmente ocupa La Rosaleda, pues hay otras, que contienen inmuebles y que se verán afectadas.

De esta manera, ahora, en una primera fase, se realizarán todos los trabajos de investigación geotécnica de campo con prospecciones en diferentes lugares y profundidades. En la segunda se analizará el estado de la estructura aplicando distintos sistemas que determinarán en qué estado se encuentran el hormigón de pilares, vigas y muros, así como ensayos de composición química y límite elástico del acero, entre otras pruebas.

Comienza de esta forma la cuenta atrás para la sede de Málaga para el Mundial 2030, que se celebrará en España, Portugal y Marruecos. Ahora será necesario seguir los trabajos por otros puntos en las afueras del estadio, algo que será imprescindible para cumplir con los plazos. La zona norte del estadio sufrirá un cambio muy profundo, lo que obligará a los propietarios a poner en marcha estas obras previas lo antes posible, pues el margen es muy estrecho para que los plazos se puedan cumplir sin ningún contratiempo. La ampliación será una obra compleja y las instituciones deberán tener avanzados los trabajos en el interior del campo incluso para el siguiente Mundial, el del año que viene en Estados Unidos y Canadá.