La Rosaleda se mantiene firme como una de las posibles sedes españolas para el Mundial

Las instituciones locales, el Ayuntamiento y la Diputación, y la Junta de Andalucía, como propietarias del estadio de Martiricos, tienen muy avanzado el proyecto en su conjunto. Juegan con cierta ventaja en relación a otras sedes de las que partían para esta elección (eran quince), pues tienen previsto acometer una reforma integral de La Rosaleda y también de todo su entorno, intentando que este gran objetivo deportivo sirva también para completar una nueva ordenación social y la revitalización de los barrios de alrededor. Y los dueños del campo llegaron más lejos todavía al asegurar que los planes se pondrían en marcha aunque no se celebrara el Mundial.

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Parece claro que ahora, una vez que se conoce que el Mundial llegará a España, la candidatura malagueña consolida su fortaleza gracias a su convicción y capacidad contrastada para este tipo de acontecimientos. Todo ello se une a su componente internacional, que realza una provincia pujante y que cuenta con comunicaciones de primer nivel, además de disponer del resto de infraestructuras complementarias para que su estadio principal albergue partidos de este nivel. Para ello llegarán las reformas, que están previstas de una forma concreta y profunda, como conocen todos los organismos futbolísticos nacionales, europeos y mundiales. El estadio tendrá capacidad para 45.000 espectadores (la FIFA exige 40.000 plazas netas).

La sede deberá cumplir otras condiciones en cuando a disponibilidad hotelera, algo para lo que no habrá inconvenientes, y zonas de aparcamientos, que están previstos en el nuevo proyecto (de forma subterránea en el lugar en el que se encuentra el Anexo y sus alrededores). Asimismo tendrá que contar con campos entrenamiento relativamente cercanos, que serán los de La Academia del Málaga y otros terrenos de la Costa del Sol, muchos de ellos muy conocidos por los equipos más destacados de Europa.

Los valedores de la sede malagueña continúan con su labor convencidos de que deberán luchar hasta el final por conseguir una de estas solicitadas sedes, aunque algunas de las que partían como integrantes de esta larga carrera están quedándose atrás con el paso de los meses. La Federación Española y las otras dos organizadoras deberán sentar ahora las bases para la competición. «La decisión de hoy muestra la confianza de la FIFA en el trabajo realizado, y en la capacidad y profesionalidad que cada país ha demostrado en la planificación de eventos de esta envergadura. España, Portugal y Marruecos asumen las exigencias y la ambición de preparar el mejor dossier de candidatura jamás realizado», destaca este organismo en un comunicado.

Es previsible que la otra sede andaluza, la del estadio de la Cartuja, sea una de las elegidas, aunque la Junta también contempla en sus planes la malagueña por tratarse de la sexta ciudad española en cuanto a población y un referente económico y de desarrollo en la comunidad. Asimismo, la apuesta por dos sedes en tierras andaluzas se considera aceptable por la magnitud de la región, comparable por sí sola a otro de los países organizadores, como es el caso de Portugal.

Aunque algunas sedes perdieron ya parte de sus posibilidades para hacerse con alguna de las plazas españolas, estas son las quince que partían en la pugna: Balaídos, en Vigo; Riazor, en La Coruña; El Molinón, en Gijón; San Mamés, en Bilbao; Anoeta, en San Sebastián; La Romareda, en Zaragoza; el Camp Nou y el Rcde Stadium, en Barcelona; el Santiago Bernabéu y el Metropolitano, en Madrid; el Nuevo Mestalla, en Valencia; la Nueva Condomina, en Murcia; la Cartuja, en Sevilla; el estadio Gran Canaria, en Las Palmas, y La Rosaleda, en Málaga.