La Rosaleda se está convirtiendo en un infierno para el Málaga. El equipo ofrece su peor imagen en casa y el ambiente de crispación en la grada es palpable. Urge una reconciliación. Tras una nueva derrota, los aficionados estallaron con pitos y cánticos en ... contra de los principales responsables técnicos del club: el entrenador, Pablo Guede, y el director deportivo, Manolo Gaspar. Aunque la ira se concentró en la figura de Guede, en entredicho por no conseguir que una plantilla renovada e ilusionante en apariencia no rinda. «¡Guede, vete ya! ¡Manolo, vete ya!», se escuchó instantes después de acabar el partido.
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Esta situación no es nueva porque ha sido habitual en los últimos tiempos, sobre todo durante la nefasta temporada pasada, pero lo noticioso del asunto es que esto se produce en la segunda jornada de Liga en casa. Algo que resulta inédito. Por más que el proyecto no termine de arrancar en la cuarta jornada del torneo, no se recuerda que una mayoría de la parroquia pida la destitución del técnico tan pronto. Así lo creen también en el club, que piden paciencia y respaldan al entrenador, aun a sabiendas de que esta línea no se puede mantener por mucho tiempo.
Pero hay varias razones que pueden servir para explicar este descontento general entre el malaguismo, visiblemente hastiado. Y es que este mal inicio de una nueva campaña no hace más que dilatar el mal momento del club, que el curso anterior temió por el descenso durante varias jornadas consecutivas en la recta final y acabó salvándose por méritos ajenos. Algo de lo que fue partícipe en menor medida Guede, que llegó al final y revitalizó al equipo sobre todo en el aspecto anímico. En cambio, sus resultados no fueron demasiado convincentes y tampoco rompió la mala racha en La Rosaleda, un estadio donde no se celebra un victoria local desde el pasado noviembre, es decir, casi nueve meses y medio sin ganar en casa.
Sufrir y ver perder a su equipo se ha convertido en habitual para los seguidores, que a pesar de esto siguen acudiendo en masa (la entidad roza los 17.000 abonados y la última asistencia fue de 18.634 personas) a la espera de que se termine el maleficio. Porque para ver la mejor versión del Málaga hay que ir fuera. Como visitante ha conseguido actuaciones más positivas y también ha cosechado más frutos. Solo esta temporada ha sumado una derrota y una victoria, marcando tres goles y encajando solo dos. Mientras, en Málaga el equipo ha sufrido dos derrotas, una de ellas, la primera, una sonrojante goleada frente a Las Palmas.
Siendo así, por suerte el conjunto blanquiazul tendrá ahora dos partidos fuera de casa por capricho del calendario (en Huesca, el domingo a las 21.00 horas, y en Tenerife, el lunes 19 a las 21.00 horas). Será tiempo para intentar ganar aire en la clasificación y forma sobre la cuestionada idea del entrenador. También para calmar las aguas en La Rosaleda y preparar una nueva oportunidad para reconquistar su fuedo. Será ya el sábado 24 a las 18.30 horas contra el filial del Villarreal.
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