Roko Baturina, un 'nueve y medio' muy especial

Desde la pretemporada, su escasez realizadora le granjeó una espada de Damocles permanente. Un fichaje cuestionado, dentro de los pocos que cerró el Málaga, y en una posición clave. De hecho, a priori entraba en los planes de ser el posible 'nueve' de referencia. Pero pronto empezó a cambiar esta perspectiva. Una pretemporada seco de goles, y Dioni haciéndose pronto con el puesto de titular.

Sergio Pellicer lo ha definido como «nueve y medio», porque es cierto que el futbolista de Split se mueve mejor de espaldas, ayuda mucho en las descargas y tiene buena visión de juego, más o menos la etiqueta que se le adjudicó a atacantes del perfil de Benzema, aunque a la estrella francesa siempre se le cayeron los goles. Roko ha disputado hasta ahora 628 minutos, con 18 partidos (de veintisiete posibles), y siete de titular, con dos goles y una asistencia (también vio puerta en Estepona en la Copa del Rey).

El propio director deportivo, Loren Juarros, admitió de una forma más o menos implícita cierta decepción con los números del croata en su última comparecencia, al analizar el mercado invernal, cuando comentó que «si Castel vino por un año y Roko con una cesión (del Gil Vicente portugués) es porque pensábamos que nos iban a dar más de los que nos estaban dando, pero no los fichamos por cinco años».

Si se exceptúan los dos primeros partidos ligueros, Baturina nunca ha jugado más de 45 minutos en un choque salvo en dos más, los disputados ante el Eldense (3-0) y el Sporting (1-3) para acabar 2024. Parecía su mejor etapa en el equipo, y de hecho logró un bello tanto en El Molinón, de tiro cruzado a la media vuelta, muy ajustado desde fuera del área, después de una pared con Antoñito.

Sin embargo, volvieron los problemas. Un largo parón navideño, un proceso febril a pocas horas del primer choque de 2025, ante el Deportivo, y el estreno realizador de Chupete en esa cita. Volvieron las dudas sobre Baturina, y no le ayudó su actuación ante el Levante. En media hora en el campo sus acciones no fueron nada productivas, y en menos tiempo en el rectángulo de juego Chupete convenció más y fue titular en Cartagena.

Pero al croata le ha llegado otra oportunidad para la redención con su gran gol en Cartagonova, en un fenomenal remate en escorzo. La ejecución técnica fue impecable y denota una técnica depurada en su formación en Croacia. Su carrera tiene muchas paradas (RNK Split, Dinamo de Zagreb, NK Bravo, Ferencvaros, Lech Poznan, Maribor, Racing y Gil Vicente), pero nunca con más de seis tantos en una máxima categoría.

Curiosamente, el hermano de Roko, Martin, se mueve en el extremo opuesto. Quince centímetros más bajo (1,72, por 1,87), actúa de media punta, ha marcado dos goles con el Dinamo de Zagreb en la última liguilla de la Champions y es indiscutible en la selección croata. A sus 22 años, su tasación es ya de 20 millones de euros, según Transfermarkt.

Roko, residente en Torremolinos junto a su pareja (Martina, a la que le dedica los goles dibujando una 'm' con sus manos) y su perro mascota, ha sido bien acogido en el vestuario pese a su carácter tímido. Gabilondo y Galilea (que jugó en Croacia), son sus apoyos más cercanos y se defiende con el castellano, dentro de la dificultad implícita de ser el único foráneo (con Nelson) del grupo.