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La reducida apuesta por la cantera en el primer once de la temporada en el Málaga tuvo una excepción, la de Roberto (Juande, ya asentado en la primera plantilla desde hace años es un profesional más), en la apuesta más sorprendente de esa alineación de ... estreno. Parecía que en este nuevo proyecto hay un alfa y omega, un equipo que empieza en Alfonso Herrero y acaba en Dioni, los dos grandes elegidos para ese control tan determinante de las áreas.
Sin embargo, llegó el primer partido y Alfonso Herrero y Dioni estaban entre los once escogidos, pero el atacante quedó inicialmente relegado a la banda derecha para hacer hueco a Roberto. ¿Qué buscaba con esa decisión Sergio Pellicer? Para empezar hay que dejar claro que no fue una novedad táctica, ya que esta disposición se ha ensayado en la pretemporada, en choques como el Trofeo Costa del Sol (ante el Antequera), el duelo en Algeciras o el disputado ante el Estepona.
Pellicer entiende que Dioni no es del todo un 'nueve' al uso. Así lo ha reconocido también alguna vez el veterano goleador, cuyo radio de acción en la zona de ataque es muy amplio. Con la fórmula de Roberto por el centro, el técnico utilizó a un delantero más fornido para el cuerpo a cuerpo con los centrales y la apertura de espacios al resto de jugadores. Además, ambos atacantes se suelen ir alternando en sus posiciones, sin ser del todo un plan fijo. De hecho, apenas superados veinte minutos de partido se vio a Dioni colocarse por dentro de una forma más definida.
Desde la distancia, sin estos matices, la decisión pudo resultar algo más sorprendente. Las cifras realizadoras de Dioni y Roberto no admiten parangón a día de hoy, y el Málaga ni está sobrado de goles (no ha hecho más de dos aún desde el inicio del trabajo en sus partidos) ni de opciones para su ataque y, de hecho, sigue buscando un delantero hasta la noche del jueves.
Roberto no ha visto puerta este verano, frente a los dos tantos de Dioni (ante el Algeciras y el Estepona), pero Pellicer sigue confiando en las posibilidad del joven pontanense (21 años). Uno y otro tuvieron su opción de estrenarse como goleadores en la Liga recién iniciada en el grupo 2 de Primera RFEF. Dioni estrelló en el poste un penalti (que luego remachó Genaro para el 1-1) y Roberto desperdició en la segunda mitad una carrera hacia los dominios de Gonzalo de la que pudo haber sacado más partido.
La realidad es que Roberto no ha terminado aún de ofrecer cifras solventes de goles en su trayectoria sénior, no como juvenil o en categorías más bajas. Se ha revelado más como un segundo punta o un jugador que puede rendir mejor como complemento a otro 'nueve' en un 4-4-2 o 5-3-2. La temporada en que emergió en el primer equipo malaguista totalizó sólo dos dianas en 32 partidos (en un total de 1.378 minutos), y en la última (2022-23), cedido en el Barcelona B, siete tantos en 2.298 minutos (incluyendo los 'play-off' de ascenso a Segunda), con 36 partidos jugados, pero sólo 24 de titular. En un equipo acostumbrado a un generoso juego de ataque, con buenos asistentes a su lado, son dígitos discretos para la categoría.
Por contra, Dioni es un goleador consumado en la división de bronce del fútbol español (ya sea la desaparecida Segunda B o la nueva Primera RFEF), en la que ha desarrollado el grueso de su carrera. En total, nada menos que 169 goles en 419 partidos en equipos como el Fuenlabrada, la Cultural Leonesa, el Atlético Baleares, el Fabril (el filial del Deportivo) o el Hércules.
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