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Hace siete temporadas que el malaguismo no ve a un jugador de su equipo marcar tantos goles, y que monopolice tanto la parcela realizadora. Roberto ... está superando las previsiones más optimistas sobre su rendimiento y con el último tanto que marcó el pasado domingo contra el Atlético de Madrid B ya lleva 14 dianas en total después de jugar 30 encuentros entre Liga y Copa del Rey. Juntando las dos competiciones, el conjunto blanquiazul ha anotado 45 tantos, así que el ariete cordobés de 21 años aporta algo más del 30% de todos los goles del Málaga.
Estos datos respaldan que su nombre sea el más significativo esta campaña en La Rosaleda y que se haya convertido en la principal esperanza de la afición para conseguir el ansiado objetivo del ascenso a Segunda División. Para encontrar algo parecido en cuanto a números, salvando por supuesto la diferencia de nivel entre las categorías entre la primera y tercera categoría, hay que remontarse a la campaña 16-17, cuando el canario Sandro Ramírez logró marcar 15 goles entre los 13 que hizo en el torneo regular de Primera y dos en el torneo del KO.
Ahora Roberto tiene a tiro esa cifra y pelea por ser el 'pichichi' de los dos grupos de Primera Federación. Por ahora su registro es el segundo mejor, y sólo tiene por delante al barcelonista Pau Víctor y al ariete del Castellón Jesús de Miguel, ambos con 16 goles. Aunque ninguno de ellos es tan determinante para su equipo como lo es Roberto para el Málaga. El formado en la cantera malaguista, y que el año pasado estuvo cedido en el filial del Barcelona, siempre ha evitado la derrota del cuadro blanquiazul cuando ha celebrado al menos un gol (sólo lleva un doblete, ante el Baleares).
De los 13 partidos en los que ha perforado la portería contraria, el Málaga sumó 11 victorias y dos empates. En la última jornada superó al delantero Sadiku, quien consiguió anotar 13 goles con el Málaga en la temporada 19-20 en Segunda. Y al margen de alcanzar a Sandro, que es el siguiente en la lista de mejores goleadores, Roberto también tiene cerca la cantidad que firmó el venezolano Rondón: 16 tantos en la campaña 10-11. Más lejos quedan cifras más altas como los 21 goles que marcaron Dely Valdés en la 2002-03 y Salva Ballesta el año siguiente, el curso 03-04.
Aunque el actual referente ofensivo al que reza el malaguismo ya ha demostrado que no tiene techo. El crecimiento de Roberto está siendo impresionante esta temporada. Sin ir más lejos, con su último gol logró doblar la cifra anotadora que firmó la campaña anterior en la misma categoría con el segundo equipo del Barcelona, donde sumó siete entre la fase regular y los 'play-off' de ascenso. Pero además de los goles, el joven delantero también está maravillando por su actitud, porque a los catorce tantos que lleva se han podido sumar algunos más que quedaron en el limbo.
Los aficionados tienen en su cabeza más de una ocasión propicia de gol de Roberto que no terminó entrando por muy poco. Como el larguero que tuvo contra el Linares en la última jugada del partido o el cabezazo impecable que le sacó el portero del Atlético B de forma milagrosa, sin ir más lejos. En total, Roberto lleva seis remates al palo que no fueron gol en lo que va de torneo, pero son jugadas que también cuentan. Igualmente, Roberto se mantiene inalterable al fallo. No para de intentarlo y es un incordio para las defensas por su hambre, insaciable.
Lo han intentado anular con un extra de agresividad, denunciada varias veces por el propio delantero por la falta de protección que siente de parte de los árbitros. Pero viendo su progresión, estos duros marcajes no son más que otra prueba a superar en su crecimiento. Como por ejemplo aprovechar más todavía su envergadura. Mide cerca de un 1,90 y compañeros como Genaro le insisten en que rompa más al primer palo para aprovechar su físico para dominar en el área chica.
Con todo esto, la preocupación ahora del malaguismo es que no se pierda ningún partido de las diez finales que quedan hasta el ascenso. Seis de la Liga regular y cuatro de los 'play off' si consiguen llegar hasta el final. Pero va a tener que gestionar muy bien el tema de las amarillas porque está apercibido de sanción por amonestaciones. La anécdota del último partido fue que Roberto se salió del campo porque el árbitro se equivocó al interpretar la tablilla de su cuarto en los cambios y a pesar del error no quiso protestar para evitar que le echase la amarilla que le habría impedido jugar el domingo contra el Murcia.
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