Roberto: la construcción de un 'nueve' moderno

Roberto había tenido una efervescencia goleadora de juvenil junto a su compañero de fatigas en el ataque Loren Zúñiga, pero este ejercía de 'nueve' y Roberto actuaba más como segundo punta, con más dinamismo y movilidad. La reconversión de Roberto a un especialista puro del área ha sido impresionante en los últimos meses. Esta transición la supo intuir muy bien Pellicer, que ya de salida entendió que la capacidad de aprendizaje del jugador, de interiorizar los consejos, le podía dar mucho, así como su labor de zapa inconmensurable en la primera línea de presión. Por eso situó a Dioni, al máximo goleador histórico de la tercera categoría del fútbol español, como segundo punta en las alineaciones. Fue algo que tardó en ser entendido por aficionados y medios de comunicación, pero el tiempo le ha dado la razón.

Desde la jornada decimoséptima del campeonato Dioni sólo ha sido titular en cinco partidos sobre un total de veinticuatro. La apuesta ya fue por Dani Lorenzo como un 'diez' clásico en el once habitual. Y mientras Roberto ha explotado como goleador. Quince prometió a este medio en una entrevista en otoño, pero se ha quedado corto. Coincide con su cifra de tantos en la fase regular, pero ya va por veinte a falta del último partido de los 'play-off'.

Roberto es Pichichi de la categoría, igualado con Pau Víctor (Barcelona B), con un año más. Este suma cinco asistencias, por cuatro del malaguista. Sin embargo, el blanquiazul presume de muchos argumentos: ha abierto la cuenta del equipo (siempre lo más difícil) en nueve partidos, ha repartido muy bien sus dianas (sólo sufrió un periodo relativamente largo de sequía de ocho jornadas, entre la sexta y la decimotercera), no le tiene miedo a la responsabilidad de los penaltis, en los que ajusta mucho y no falla; y en la temporada regular sólo una vez vio puerta más de una vez en un encuentro, ante el Atlético Baleares en La Rosaleda.

¿Qué ha cambiado en Roberto? Sus movimientos en el área han mejorado mucho. Ha progresado mucho en el capítulo de goles a un solo toque, su colocación cada vez es más óptima para estar en la zona de los tantos, como demostró en los dos que consiguió en La Rosaleda ante el Celta B; su juego aéreo es bueno, y a todos estos argumentos se le suma uno más importante, su capacidad de trabajo, muy adaptado a los tiempos modernos, pero no tan fácil de ver en un 'nueve' que vive del gol.

El oportunismo de Roberto ha hecho que ya no dependa de una presencia muy activa en los partidos para llegar a ser determinante. Es cierto, por ejemplo, que en la ida de la final ante el Gimnástic dispuso de opciones para marcar más goles, pero han sido varios los choques en que sus apariciones siempre han sido decisivas, en la línea de los grandes delanteros. La prueba del algodón ha estado en los 'play-off'. Con más exigencia competitiva, al elevarse la dureza defensiva rival, ha cumplido. Dioni sólo ha jugado 18 minutos en este periodo de la competición y no le ha echado en falta.

¿Tiene margen de crecimiento Roberto? Mucho, por su edad en inexperiencia en categorías más exigentes. Es escaso su bagaje en Segunda, y no cabe duda de que una temporada de veinte goles en Primera RFEF no equivale a otros tantos en la división de plata y, menos en Primera. Pero todo forma parte de una progresión por la que pasan todos los jugadores para adaptarse a la competición con un punto más de exigencia. Roberto sabe moverse al espacio, pero no ha sido especialmente eficaz aún en esta afecta, también en una categoría como Primera RFEF sin grandes pasadores y con defensas muy replegadas, y aún debe ganar en tranquilidad a la hora de conducirse con los defensas rivales, para que no le afecte en la concentración en el campo.

Con 21 años (cumplirá 22 el próximo 3 de julio) y con su sacrificio en la presión es obvio que esté en el punto de mira de clubes de categoría superior, de Segunda División o incluso filiales de clubes potentes de Primera. Su futuro lo marcará el posible ascenso este sábado, pero ni aunque se diera está garantizado que vaya a quedarse en La Rosaleda, porque el mercado puede dictar sentencia.