Informe del rival del Málaga: el Atlético B, un filial recién ascendido con ganas de reivindicarse

Así que el Atlético 'B' es un adversario peligroso para el Málaga. Es un equipo formado por muchos jóvenes que parten desde ya sin miedo a perder, sin presión por conseguir objetivos concretos porque de entrada son favoritos para perder la categoría entre tanto club histórico y proyectos con mucho nombre. Por estos motivos los filiales suelen ser equipos muy impredecibles, capaces de lo mejor o lo peor según el día. Y en su debut en esta competición nueva también para ellos dieron una gran versión.

Se vio a un equipo atrevido, con la línea defensiva adelantada, y mecanismos muy trabajados para presionar e intentar recuperar en campo contrario. Luego tienen jugadores con mucha calidad, con la etiqueta de jóvenes promesas y que en su mente tienen dar el salto a la élite. El club colchonero quiere lograr que su segundo equipo se mantenga a este nivel y ha hecho esfuerzos económicos por retener a los que ya estaban despuntando y apostar por otros jóvenes talentos. Es decir, hay mucho potencial por descubrir.

El entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, dijo en la previa que el filial del Atlético de Madrid «es un plantel que tiene el ADN de su primer equipo». «Fue el mejor equipo que atacó los espacios en la primera jornada. Son gente muy joven y descarada. Nos vamos encontrar un partido diferente al de Castellón. Será muy importante controlar las transiciones y controlar el tema de las pérdidas. Quiero también que el equipo tenga más calma a la hora de atacar. Esta semana he incidido mucho en ser más contundentes en las áreas», analizó Pellicer.

En general la plantilla está formada por perfiles con gran manejo del balón para tomar otros registros como intentar basar su juego en largas posesiones de balón para defenderse y tomar el control. En esta faceta es un equipo disciplinado y ordenado. Pero al final su juventud se convierte también en una desventaja por la falta de experiencia para mantener la regularidad necesaria durante los partidos. En esos momentos de dudas deberá aprovecharse el Málaga para imponer su jerarquía, más aún en su estadio. Y es que muchos jugadores de este Atlético 'B' no han jugado todavía en un ambiente similar al que se genera en La Rosaleda.

Sobre nombres propios merece capítulo aparte el malagueño Mario Da Costa. Es un medio punta de 22 años que se formó en la cantera malaguista y luego pasó por el Granada. También puede jugar en banda y hasta en la punta del ataque. El año pasado fue importante en el ascenso a Primera RFEF con el filial granadinista y en él se fijó el Eldense, aunque tras la pretemporada el entrenador Fernando Estévez le comunicó que no contaba con él para Segunda y salió cedido al Atlético 'B'. Será por tanto un partido especial para él en La Rosaleda.

En cuanto a las incógnitas de la planificación del filial rojiblanco, la principal es la delantera después de la salida de su máximo goleador la pasada campaña, Carlos Martín, al Mirandés. Marcó 20 tantos entre fase regular y 'play off', por lo que es una baja importante. Pero para suplirle el Atlético confía en otros canteranos que vienen desde abajo, del Juvenil entrenador por Fernando Torres. Son los ejemplos de Abde Raihani y Adrián Niño. El primero en aprovechar la oportunidad está siendo el marroquí Abde, que en el primer partido ya marcó un gol y dio una asistencia. Es su primer año con el filial y viene de marcar 25 goles en todas las competiciones con el Juvenil. Es una de las perlas del Atlético.

En el banquillo también sigue como entrenador con respecto al año anterior Luis García Tevenet. El técnico sevillano, de 49 años, lleva una trayectoria inmaculada en la cantera del Atlético desde que se incorporó en verano de 2021 para coger las riendas del filial en Tercera RFEF y en los últimos años ha logrado dos ascensos de forma consecutiva. Aunque antes que preparador fue futbolista y también se enfundó la rojiblanca del Atlético. Estuvo dos temporadas entre 1997 y 1999 con el filial y disputó un total de 63 encuentros y marcó 27 goles en Segunda División.

Regresó a la entidad colchonera más de dos décadas después de iniciar la carrera de entrenador en 2008 con el Orihuela. Posteriormente, dirigió al Jerez Industrial, abrió un paréntesis como segundo entrenador del Sevilla con Antonio Álvarez en 2010 y siguió como primer técnico en San Roque de Lepe, UCAM Murcia, Cartagena, Huesca -con quien logró el ascenso a Segunda División-, Hércules, Sevilla Atlético y Levante 'B' antes de convertirse en un exitoso entrenador para el filial del Atlético de Madrid 'B'.