El Málaga se la jugará en la ciudad deportiva del Athletic, en uno de los campos de Lezama

LaLiga no autorizó en su momento que el Amorebieta pudiera disputar sus partidos como local en su campo, en Urritxe, pues no reúne las condiciones como escenario para la competición profesional. De ahí que buscara alternativa y finalmente la patronal del fútbol permitió que utilizara el terreno de juego principal de Lezama, donde juegan sus partidos el filial del Athletic y el conjunto femenino de la entidad. Tiene una capacidad para unos 3.300 espectadores, en tres gradas. Jugar en este campo, sin duda, será una nueva experiencia para el equipo blanquiazul.

Escenario especial

No parece un escenario propicio para el Málaga, pese a que cumple con todos los requisitos que se piden, pero tampoco lo es del todo para el propio Amorebieta, que se desplaza a este campo (a unos 14 kilómetros) por obligación. De hecho, para cuidar este césped, en el que juegan tres equipo, no se puede entrenar en ningún momento (sólo lo ha hecho en una ocasión durante la temporada, según ha podido saber este periódico). Trabajan en su propio terreno de juego y, una vez en semana, lo hacen en otra instalación también del Athletic, pues se parece algo más en sus características al campo de los partidos en Lezama.

Aunque el Málaga puede preferir otro campo, la presión tampoco será igual que la que podrían ejercer los aficionados del Amorebieta en su propio terreno de juego, que sería más propia de un partido de la Copa (el equipo blanquiazul ha tenido dos experiencias de este tipo durante la temporada). De hecho, la media de asistencia a la instalación de Lezama para los encuentros de este conjunto oscila alrededor del millar de espectadores, ni siquiera la tercera parte de la capacidad disponible. En cualquier caso, será algo diferente para el Málaga disputar un partido en una ciudad deportiva.

Para el conjunto vizcaíno, asimismo, tampoco será un partido más. Pese a que no trasciende en exceso, en este equipo saben que el partido del domingo es una finalísima, una oportunidad de acercarse de una tacada a la salvación (en el caso de ganar se pondría a cuatro puntos). Y todo ello cuando después quedarán todavía doce partidos en juego, nada menos que 36 puntos. Una derrota, por contra, puede alejarlos a nueve, siempre que también venza el Mirandés, que juega el domingo a la misma hora que el Málaga en el campo del Leganés.