Las reválidas de los canteranos Kevin y Haitam para convencer a Guede

El proyecto del nuevo equipo planificado desde las oficinas de La Rosaleda para la siguiente campaña no contempla los fichajes de más extremos puros porque la dirección deportiva, con Manolo Gaspar a la cabeza, y el técnico Guede, están de acuerdo en que prefieren incorporar perfiles de atacantes más polivalentes y que puedan adaptarse a diferentes posiciones tanto del juego exterior como interior. Una decisión que dice mucho de la apuesta que se quiere hacer por Kevin y Haitam.

Por el momento los dos jóvenes estiletes han captado el mensaje y se han puesto manos a la obra dejando una gran impresión en Guede durante sus primeros entrenamientos dentro del grupo reducido de jugadores que empezó a trabajar desde el pasado 20 de junio. Aunque la hora de la verdad comenzará a partir del próximo lunes cuando la pretemporada arranque para todos y los primeros partidos amistosos empiecen a celebrarse (por el momento solo hay dos confirmados, ante el Hull City, 16 de julio, y Xerez, el 30 de julio). El preparador blanquiazul y el resto de técnicos del club albergan la esperanza de conseguir que este nuevo curso logren dar el salto definitivo para romper la puerta y ser dos nuevos 'fichajes' del primer equipo.

Kevin, a sus 21 años, gozó de la confianza del entrenador que comenzó la pasada temporada, el asturiano José Alberto López. De su mano contó con todas las oportunidades posibles y ahí logró demostrar su desequilibrio y regate. Pero después de una aparición fulgurante su protagonismo se fue diluyendo conforme pasó la temporada y su influencia en el juego malaguista no llegó a ser determinante. No logró su deseado debut goleador (pero tuvo ocasiones claras, algo que se valora igualmente como positivo en los informes del club) y su participación en la recta final fue insuficiente.

El extremo malagueño, habitual por la banda izquierda, fue titular en las once primeras jornadas de la anterior campaña y luego apenas volvió a salir de inicio en siete ocasiones. Desde el Málaga analizan que la deriva del equipo tampoco le ayudó en su progresión y que su margen de mejora es muy amplio. Una opinión parecida a la que se tiene con Haitam, que jugó mucho menos que Kevin el último año con el primer equipo, pero quien llegó antes a la dinámica del escalafón mayor del club, siendo incluso un año menor (nació en 2002, tiene 20 años). Dio el salto de la mano de Pellicer en la temporada 20-21 debutando con cuatro partidos y una actuación destacada en el encuentro de Copa contra el Oviedo ese mismo curso.

Jugó el doble la pasada temporada, pero sus minutos pasaron más desapercibidos y se concentraron en los albores del ejercicio pasado. A pesar de no contar apenas para la primera plantilla, Haitam sigue disfrutando de una gran consideración. Su temporada con el filial no ha pasado inadvertida (anotó seis goles e hizo una asistencia en 17 partidos de Liga) y la dirección deportiva le tiene en mente para ser uno de los canteranos a explotar para la nueva campaña.

Los dos atacantes cuentan con la confianza del club. En las oficinas de La Rosaleda se les tiene en consideración como más que posibles jugadores del primer equipo, aunque puedan negociar tener ficha del filial por edad y para compensar el límite salarial. Pero el próximo mes será un examen para ellos, donde tendrán que hacerse valer para ganarse el puesto que Guede y el Málaga le han reservado en el caso de que lo merezcan.