Los otros retos del Málaga hasta final de temporada más allá de optar al 'play off'

La que más, estirar la racha positiva (en los últimos ocho partidos ha sumado cuatro victorias, dos empates y dos derrotas) para seguir bien colocado en caso de que se desinfle alguno de los rivales que luchan por meterse en el 'play off' de ascenso (entre la tercera y la sexta posición). Esto sería el no va más. Pero es cierto que esta ambición se ha quedado a una distancia poco optimista. En estos momentos, el Málaga, colocado en la novena posición con 45 puntos, se encuentra a siete de diferencia con el Rayo -el cual tiene un partido menos y podría agrandar más su ventaja-, que es el sexto clasificado y la única plaza factible, porque el siguiente escalón, ocupado por el Sporting, está a una distancia de once puntos.

Por eso, el sueño de optar a la lucha por el ascenso se desvanece. Pero más allá de este anhelo, impensable a principios de campaña el verano pasado, tanto en el vestuario como en la entidad malaguista concurren más razones para no dejar de apretar el acelerador. Después de una temporada al límite en muchos aspectos, hasta la forma de jugar del equipo se ha contagiado del continuo más difícil todavía. De hecho, los de Pellicer necesitan dar el máximo a nivel físico y mental para no verse superados. Con esto, se han ganado el reconocimiento de sus oponentes y el Málaga se ha convertido en un gran escaparate de Segunda.

En este sentido, un gran grupo de jugadores, entre los que están los cedidos y los que acaban contrato, aún no tienen muy claro a qué podrán aspirar la temporada siguiente, por lo que seguir reuniendo informes positivos se antoja fundamental para ellos. Y en general, el vestuario está muy orgulloso de ser el máximo exponente a nivel de rendimiento entre presupuesto y resultados deportivos, como apuntó el presidente de LaLiga, Javier Tebas, hace unas semanas. No pretenden emborronarla con una mala dinámica para acabar.

En cuanto a los intereses del club, esta fase de la competición se presenta como una oportunidad ideal para ir haciendo ensayos de cara a la temporada siguiente con jugadores con los que tiene previsto construir su futuro más inmediato. Desde jugadores del primer equipo con contrato hasta canteranos que están en el mismo umbral del primer equipo, como son Quintana, Benítez o Larrubia. Quizás sea la hora de ofrecerles más minutos aún.

Por último, y no menos desdeñable en la economía de guerra en la que se encuentra el Málaga, un acicate más es aspirar a conseguir la mejor clasificación posible ,aunque no signifique colarse entre los seis primeros. En Segunda, un 15% de los derechos televisivos se reparten según los resultados deportivos de la anterior campaña y la diferencia entre ser undécimo o séptimo (posición que ahora mismo tienen a cuatro puntos) es muy rentable para la entidad blanquiazul. Atendiendo al reparto de beneficios por televisión en el curso pasado, el séptimo clasificado se beneficiaba en un 2,5 por ciento más de esta partida. En euros podría mejorar las armas de la dirección deportiva aspirar a uno u otros jugadores.