El renovado patrimonio del Málaga

El último año del Málaga ha sido un continuo borrón y cuenta nueva para ir sobreviviendo a pesar de la peligrosa crisis económica sufrida. Entre todos estos cambios experimentados tras la intervención judicial, allá por febrero del año pasado, uno de los más importantes es el renovado patrimonio del club a nivel de jugadores. Su escaparate de activos ha cambiado de forma radical tras un proceso en el que la entidad, especialmente el verano pasado, se tuvo que desprender de la mayoría de su plantilla, que era un lastre, para poder seguir adelante. Y también tuvo que vender futbolistas con los que hubiera deseado contar pero que se antojaron traspasos vitales para el sustento del equipo.

Esta 'limpieza' total del vestuario (al que llegaron nada menos que 16 fichajes para conformar la plantilla) inquietó a la dirección deportiva, con Manolo Gaspar a la cabeza, la cual alertó sobre una excesiva pérdida de patrimonio, lo que básicamente habría dejado sin ningún futuro al club. Es ahí cuando se impulsó el plan para asegurar el mayor número de activos posibles tras haberse quedado prácticamente en los huesos. Ante la imposibilidad de acudir al mercado, el caladero donde adquirir músculo es la cantera. Y desde el verano pasado se han completado un total de 14 operaciones de renovación entre los jóvenes valores del club.

Son catorce ejercicios de esfuerzo por parte del Málaga para retener a activos que pueden aportar un rendimiento deportivo a corto plazo en la primera plantilla y otro rédito económico a medio o largo plazo. Para ello, la dirección deportiva tuvo que convencer a la administración judicial, encarnada en José María Muñoz, sobre la importancia de acometer dichas renovaciones aunque estas supusieran un gasto (algunos cobran más que jugadores de la primera plantilla, y la ventaja es que su salario no computa para el control de LaLiga). Y no fue difícil de conseguir porque el principal argumento que avalaba este movimiento estratégico lo experimentaron de primera mano los nuevos gestores de la entidad: el Málaga vive de sus canteranos. Desde el club arrojaron un dato demoledor. Señalaron que sólo en los últimos tres años, dos de ellos estando en Segunda, el Málaga recibió de alrededor de 34 millones en ingresos provenientes de operaciones con canteranos. Sin ir más lejos fueron estos perfiles los que protagonizaron los traspasos vitales para el club.

Primero fue la venta de Antoñín al Granada por 1,5 millones de euros más variables (que pueden llegar a dos millones) en el mercado de invierno de 2020, lo que salvó la tesorería de esa campaña. Y luego fueron traspasados en verano Mula (por algo más de un millón) y Keidi (por dos millones más otro por objetivos, lo que puede ascender la venta a tres), lo que permitió seguir limando el desfase con respecto al control económico de LaLiga y poder incorporar a jugadores de mejor calidad de lo que en un principio se esperaba (se realizó un gran trabajo de exploración en la Segunda B, pero finalmente fue factible firmar jugadores con experiencia en Segunda).

También se vendieron jugadores del filial o del equipo juvenil con menos protagonismo en el primer equipo, como Ivan Jaime (al Famalicao portugués), Hugo y Juanma (ambos a la cantera del Real Madrid), que elevaron la partida de ingresos en algo más de un millón. En total, y contando también la salida de Tete al Elche, que dejó por rendimiento económico pero sí ofreció suficiente en lo deportivo, el Málaga pudo sacar de su patrimonio joven alrededor de siete millones. Se trata de una gran cifra a tenor de las circunstancias, porque el Málaga estuvo muy presionado en las negociaciones y tuvo que malvender en varias situaciones.

Fueron gestiones en las que Manolo Gaspar y su equipo intentaron tensar la cuerda al máximo y pelear también por ingresos cara al futuro con porcentajes de venta a otros equipos o variables por rendimiento. Aunque no ha sido menos difícil la tarea de retener a jugadores de la cantera una vez ya iniciada la temporada. De hecho, ha sido uno de los grandes rompecabezas porque a nivel económico no se pueden compe contra el resto de grandes canteras que seducen a estos jugadores. Es cierto que el Málaga han conseguido atar a muchos y también las principales apuestas de los últimos años, pero aun así son otros tantos los que se van a marchar a otros clubes, algo que asumen con resignación.

«No tenemos ciudad deportiva y no somos fuertes a nivel económico. Sólo podemos convencer con el proyecto deportivo. Muchos han entendido que están en el sitio adecuado. A día de hoy no podemos pelear con Betis, Sevilla, Atlético o Valencia, que apuestan económicamente por sus canteras y tienen buenas instalaciones. Esperamos tener La Academia lo más pronto posible para potenciar más la cantera. Es una pena que después de haber pasado tantos millones por el club no tengamos ciudad deportiva. La economía es el factor principal para evitar la fuga de talento», reflexionó el propio Manolo Gaspar hace algo más de un mes en una conferencia en el Colegio de Abogados de Málaga.