Rendimiento desigual de los fichajes del Málaga: sólo tres se consagran

Luismi es el fichaje que más está contando para Pellicer. Su perfil de 'pivote' clásico, único en el plantel, lo convierte en un futbolista clave en el esquema, ya que libera a Manu Molina de tareas defensivas y permite al onubense emplearse en el ataque y salida de balón, aunque el de Puerto Serrano también se ha desempeñado en esta faceta cuando ha sido necesario, y a gran nivel. Desde que debutara frente al Albacete en la tercera jornada, entrando en sustitución de Sangalli, el medio centro se ha apoderado del puesto, acumulando ya 1054 minutos en 13 partidos, 12 de ellos como titular y 9 sin ser sustituido.

Álex Pastor es el segundo refuerzo con mayor protagonismo. El central fue el primero en llegar, y fue titular desde el primer día. Su expulsión en el choque frente al Albacete, sumado al buen rendimiento que mostraron Nelson y Galilea en su ausencia, lo mantuvieron en el banquillo durante varios partidos. Ha cuajado varias sólidas actuaciones, demostrando ser un defensa aseado e inteligente a la hora de corregir. El zaguero de 24 años suma más de 1.000 minutos esta campaña y fue uno de los actores principales en la brillante racha defensiva que cosechó el Málaga recientemente.

Tras un inicio complicado en su andadura como blanquiazul, lastrado por problemas físicos (su lesión en el segundo duelo liguero provocó el fichaje de Rahmani), Julen Lobete comienza a asentarse y es uno de los futbolistas de mayor calidad en la plantilla del Málaga. El vasco es un jugador polivalente: se ha desempeñado en ambas bandas y en la media punta. Es el tercer refuerzo que más minutos ha disputado (651 entre Liga y Copa) aún habiéndose perdido más de un mes de competición.

Tras la salida de Roberto y las dudas que afloraban sobre la valía de Dioni como referencia arriba, la posición prioritaria a reforzar durante el verano era la de delantero centro. El Málaga depositó sus esperanzas en Roko Baturina, a préstamo desde el Gil Vicente, y en Sergio Castel, que llegó libre del Anorthosis chipriota, pero a pesar de las múltiples oportunidades otorgadas por Pellicer, ninguno de los dos ha sido capaz de paliar la evidente falta del gol del Málaga. Sólo dos tantos, uno de cada uno, en los 916 minutos que han disputado.

Rahmani fue el último fichaje del Málaga, puesto que las lesiones de Kevin y Lobete obligaban al club blanquiazul a acudir al mercado. Con su anterior etapa como malaguista como aval, fue una incorporación celebrada por la parroquia blanquiazul. A pesar de haber dejado destellos de lo que fue, Rahmani no ha cumplido con las expectativas que generaba su vuelta a Málaga.

El Málaga acometió pocos fichajes, con la idea de que estos dieran un rendimiento inmediato. Por ahora, tres parecen haber encajado, mientras que la otra mitad parece haber salido 'rana'.