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Almería
Maximiano; Pubill, Edgar, Radovanovic, Centelles; Lopy, Clua Selvi (Melero, minuto 64); Pozo (Arnau Puigmal, minuto 64), Arribas (Melamed, minuto 74), Baptistao (Lázaro, minuto 74), y Luis Suárez. Otros convocados: Fernando, Marezi, Bruno Langa, Joan y Pedro.
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Málaga
Alfonso Herrero; Puga, Álex Pastor, Nelson, Dani Sánchez; Luismi, Ramón (Izan Merino, minuto 26); Ochoa (Juanpe, minuto 75), Lobete (Rahmani, minuto 91), Kevin (Antoñito, minuto 46), y Chupete (Baturina, minuto 46). Otros convocados: Carlos López, Gabilondo, Víctor García, Murillo, Larrubia y Sangalli.
Goles 1-0, minuto 12: Baptistao entra en el área y, algo escorado, bate a un Alfonso Herrero que tuvo dudas en la salida. 2-0, minuto 54: Arribas empuja el balón tras un centro desde la banda y ante el desajuste defensivo. 2-1, minuto 55: Otro golazo de Dani Sánchez también desde fuera del área, de disparo raso. 2-2, minuto 61: Penalti sobre Aarón Ochoa de Selvi que transforma magistralmente Antoñito para empatar el partido.Árbitro: Ávalos Barrera (Comité Catalán), con Gálvez Rascón (Comité Madrileño) en el VAR. Vieron la tarjeta amarilla Edgar, Kevin, Luismi, Nelson y Aarón Ochoa.
Campo Almería Stadium. 11.202 espectadores acudieron a esta instalación, con la presencia de más de medio millar de malaguistas que se desplazaron para animar a su equipo.Vale
El Málaga ofreció de nuevo su versión heroica en su viaje a Almería. Completó una reacción estelar que le permitió sumar un punto de otro ... cuando parecía que estaba noqueado. Se puso 2-0 por detrás en el marcador ante un Almería muy fuerte, posiblemente el equipo más potente de la categoría, pero se sobrepuso una vez más para conseguir finalmente un empate que le supo a victoria. Los jugadores de Sergio Pellicer, sin embargo, siguieron buscando el triunfo, pero también pudieron perder si Luis Suárez hubiera transformado un penalti (lo lanzó fuera) señalado desde el VAR (el árbitro lo ratificó después).
Los nombres propios de la reacción blanquiazul fueron Dani Sánchez, que volvió a marcar casi de la misma forma, y Antoñito, que salió y demostró sus cualidades, además de marcar el empate por un penalti sobre Ochoa (el extremo fue a abrazar a Pellicer tras marcar). El Málaga mejoró en el segundo tiempo, sobre todo tras encajar el segundo tanto y mostrarse muy vulnerable atrás ante la fortaleza local. Pero otra vez rozando la épica, cuando el Almería tenía el partido casi atado, volvió a sorprender en un campo muy complicado.
El punto sumado no sólo le supone al Málaga mantener el tipo en la clasificación, sino que también le da la confianza necesaria para mantener su ritmo, pese a las grandes dificultades y las diferencias que algunas veces se observan con los rivales. Los blanquiazules, de esta forma, dieron otro paso adelante en la búsqueda de su consolidación en la categoría.
Pellicer hizo retoques en la alineación. Al entrenador no le convencieron los últimos encuentros, pese a los resultados positivos. Buscó a los jugadores más en forma y, una vez recuperado Luismi, el medio centro estuvo en el once inicial, mientras que el preparador blanquiazul apostó directamente también por dos canteranos para arrancar el partido: el media punta Aarón Ochoa y el delantero Chupete. Apuesta total. Habría que ver. Y pronto se verían las intenciones del Almería, que pretendía hacerse con el control del partido desde el comienzo.
Aunque los blanquiazules mantuvieron su empuje. Chupete reclamó un penalti que no atendió el colegiado, y el equilibrio se convirtió en la tónica del choque en los instantes iniciales. Pero la calidad del cuadro local se puso de manifiesto muy rápido en una acción de Baptistao, que recibió por la izquierda, superó a su par y, algo escorado, batió con facilidad a Alfonso Herrero, que tuvo dudas en la salida. Era lo peor que le podía ocurrir al Málaga. Ahora le tocaba buscar el empate, y lo intentó de inmediato, pero la falta de pegada y contundencia impedían cualquier opción, como una de Lobete completamente inocente.
Para colmo de males, se lesionó de nuevo Ramón (también le ocurre lo mismo a Manu Molina) y salió al campo otro canterano, Izan Merino, el tercero (con ficha del filial). Parecía una pesadilla para los visitantes, que veían cómo se acumulaban todas las adversidades posibles ante un rival muy fuerte, en el momento menos indicado. Arribas y Luis Suárez pudieron aumentar la cuenta goleadora local, mientras que Kevin lo intentó desde lejos y el balón se marchó fuera. Mientras tanto, los gritos de ánimo para los blanquiazules llegaron desde la grada del más de medio millar de malaguistas que se dieron cita en el estadio del Almería.
El conjunto de Pellicer se fue diluyendo en cuanto a sensaciones, aunque aguantaba con esa derrota por la mínima. Tenía muchas dificultades. Y el técnico quiso recomponer el equipo en el descanso. Además de la salida de Ramón, también retocó las líneas ofensivas con Baturina y Antoñito, rectificando la decisión inicial. Y el Málaga pasó a dominar tímidamente, a la espera de que llegara la profundidad y el acierto. Aunque antes, de inmediato, logró el Almería el segundo por medio de Arribas en un desajuste de la defensa que permitió un remate fácil.
Aunque los blanquiazules nunca tiraron la toalla, y no en esta ocasión no iba a ser una excepción. En la acción siguiente, un minuto después, Dani Sánchez acortó distancias al recoger el balón fuera del área y disparar al fondo de las mallas. Fue una inyección de oxígeno y otro golazo del lateral. Lo que animó especialmente al Málaga hasta el punto de que pocos minutos después Aarón fue objeto de un penalti. Increíble el cambio de rumbo del partido. Y Antoñito convirtió la pena máxima con seguridad. Muy bien lanzado por el juvenil, que se marchó después hacia el banquillo para abrazar al entrenador.
Era ya otro partido. El Málaga se creció y no se conformaba con el empate. Los últimos minutos eran ya espectaculares. Los blanquiazules se mostraban más consistentes con Antoñito en la banda y Baturina arriba, mientras que Izan cumplía perfectamente junto a Luismi. Pero todavía habría más novedades. A punto de llegar al último instante, el VAR reclama al árbitro un agarrón en el área del Málaga. Va al monitor y lo señala. Pero Luis Suárez lo lanza alto, en el minuto 90. Estaba claro que el empate iba a ser el resultado, y no varió.
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