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La celebrada reaparición de Ramón tras casi un año en el dique seco por culpa de las lesiones ha llegado en un momento muy oportuno ... para el Málaga. Brilló en sus primeros minutos de la temporada en el partido contra el Linares (salió en el descanso, disputó toda la segunda parte) y se presenta como un gran 'fichaje' para la recta final de la campaña, pero además su regreso tiene un efecto positivo doble por las importantes bajas de Genaro y Dani Lorenzo por lesión.
Hay que ir con cautela sobre la vuelta de Ramón, que aún sufre la falta de ritmo de competición y el pasado domingo acabó muy cansado, a la vez que con inmejorables sensaciones. Precisamente por eso se coloca directamente como la mejor solución ante las bajas en el centro del campo ante el mal rendimiento que han dado otras alternativas. Y es que frente el rival jienense se notaron mucho las ausencias de Genaro y Dan Lorenzo, quienes por diferentes problemas físicos tuvieron que parar la pasada semana y todavía siguen sin recuperarse, por lo que son duda para el siguiente partido contra el Ceuta (domingo 12.00 horas en La Rosaleda).
Genaro prosigue entrenándose al margen por una fuerte contusión en el muslo de su pierna izquierda. El capitán malaguista tiene un sorprendente cardenal que revela el exagerado golpe que sufrió en el choque en Algeciras, que apunto estuvo de acabar en rotura muscular. Dentro de la gravedad está evolucionando bien y después de una semana de cuidados tiene opciones de recuperarse a tiempo para el próximo compromiso. Pero está claro que no podrá emplearse al cien por cien y necesita más tiempo para que se le diluya el moratón.
Este miércoles se conocerán más detalles de su evolución en la vuelta al trabajo de la plantilla tras la jornada de descanso de este martes. En cambio, el que parece que será baja segura ante el Ceuta es Dani Lorenzo. El centrocampista marbellí fue operado el martes de la pasada semana de una fractura en el dedo índice de su mano izquierda en el partido contra el Intercity. Jugó ante el Algeciras con una férula y esperaba no perderse tampoco el del Linares, sin embargo la lesión era más compleja de lo que él se esperaba en un primer momento. Su principal problema para volver a jugar es que tiene que esperar a que cicatrice la cirugía. Ahora se ejercita en solitario y con mucho cuidado de no sufrir un imprevisto que le haga romperse el tornillo canulado que se le ha incrustado para enderezarle el dedo.
Es decir, que no puede entrenarse con el grupo con normalidad y tiene que extremar la precaución en su día a día hasta que se termine el proceso de rehabilitación. Todo esto es algo muy negativo para el Málaga porque Genaro y Dani Lorenzo han adquirido una importancia capital en el centro del campo malaguista, aportando entre los dos equilibrio, jerarquía, control de balón y goles. Ambos llevan cuatro tantos y son los mejores anotadores del plantel después de los delanteros Dioni y Roberto.
Ni Juanpe ni Larrubia lograron cubrir satisfactoriamente su bajas y Sangalli no goza de la confianza del técnico por ahora. Luego, Manu Molina se contagia y es peor sin Genaro. Sin embargo, la salida de Ramón el pasado domingo supuso aire fresco para el equipo. Es cierto que se vio beneficiado por el contexto del partido, con el Linares más retrasado para intentar aguantar el marcador, pero demostró que con su calidad para manejar el balón y su visión de juego puede ser diferencial en este Málaga que necesita una marcha más para ser todo lo competitivo que necesita en su aspiración de subir a Segunda.
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