Un quilombo llamado Rolón

Para empezar, se llevó el primer desplante en su presentación, donde el director deportivo en ese tiempo, Arnau, no quiso participar porque no era una incorporación suya. Lo hizo al final con la hija del presidente que lo había firmado y CEO de La Academia, Hamyan Al-Thani, en una conferencia donde explicó los esfuerzos económicos que asumió con gusto para que su equipo de origen -Argentinos Juniors- diera un final feliz a una operación que fue todo un 'culebrón' televisivo y aceptara la ecuación propuesta por el jeque Al-Thani: cuatro millones de euros más los gastos que supusieron las eclécticas aristas de un fichaje marciano.

En voz del mítico Groucho Marx sería tal que así: todo comienza cuando un exfutbolista árabe residente en Catar le habló a Al-Thani de los beneficios de fichar al medio centro argentino. Este se pone en comunicación con un contacto brasileño que viaja a Buenos Aires para verse con el jugador, que fue asesorado a su vez por un agente que domina el mercado mexicano principalmente. Y a la fiesta, obviamente se sumó el presidente del Argentinos Juniors, sediento de protagonismo. Y así, con más o menos protagonistas, se firmó un guión que duró lo mismo que un amor de verano al puro estilo 'Verano azul' -en este caso blanquiazul-. Y tuvo segunda parte luego con un juicio donde el intermediario brasileño denunció a Al-Thani por impagos de sus comisiones y donde el 'pobre' Rolón fue citado como testigo por el propio jeque. Como testigo y asalariado.

Con este escenario, no es difícil entender que el jugador siempre ha estado condicionado por cuestiones extradeportivas. Desde el entorno del jugador entienden que lo han politizado, sobre todo desde dentro del club -por ser el fichaje del jeque-, y que siempre ha sido un 'handicap' a la hora de demostrar su valor como futbolista, ahora en saldo. En su primera temporada, fue irrelevante en el descenso a Segunda. Tras su debut en la inauguración del flamante Wanda Metropolitano, esa campaña jugó 418 minutos repartidos en ocho partidos de los que sólo disputó uno al completo ese año. No dio el nivel y tampoco consiguió adaptar su forma de juego en ese contexto desvirtuado. «Ese año todo salió al revés desde la pretemporada», resumió el capitán Adrián hace unos días en una entrevista a los medios de LaLiga.

Y no es tema baladí lo de la adaptación -que normalmente suena a cuento chino- para los que tienen especial interés en que a Rolón le vaya bien. El que primero fue cinco y ahora es catorce del Málaga, es un jugador con un perfil muy concreto, y muy argentino. En el fútbol del país de Maradona, pero también de 'La Bruja' Verón y Fernando Redondo, se considera una auténtica profesión ser 'mediocampista central'. Es decir, un desatascador profesional que se dedique a hacerlo fácil en posiciones de defensa. Y así es como Rolón se define. Y por eso falla en el Málaga. En el de antes y en el de ahora de Víctor Sánchez del Amo, donde el técnico madrileño no le encuentra utilidad. Sólo ha participado en dos partidos como titular y en ambos fue sustituido tras la primera parte y después de dejar una pésima imagen. Los que rodean al jugador admiten errores pero se quejan de que el entrenador malaguista le de un puesto envenenado y «no sepa ver sus cualidades».

Unas cualidades que sí lució de una forma medida en el fútbol italiano la temporada pasada. Rolón cambió de representante y este le consiguió un puesto en el Genoa de la Serie A donde fue dirigido entre otros por Prandelli. Allí fue suplente, pero disputó un total de 1.042 minutos en 19 partidos de los cuales seis fueron completos. Cifras modestas pero mejores que las de su primer año en Málaga y que sirvieron para reconocer algo mejor su potencial -el que sea-. Lo incoherente ahora es que esas funciones que sí le fueron de ayuda al equipo italiano no les sirva a un Málaga con escasez de jugadores, severas limitaciones para fichar y que tras diecisiete jornadas está encallado en zona de descenso a Segunda B con claros defectos defensivos.

Se antoja un lujo que no puede asumir el Málaga dejar a Rolón fuera de sus planes -volvió a quedarse fuera de la convocatoria ante el Elche-, aunque sea hasta el próximo mercado de enero donde se pueda solventar una salida. Porque Rolón supone un espacio considerable en el límite de coste de la plantilla deportiva que establece LaLiga, y que el Málaga tiene superado, de ahí las medidas extremas sobre el club. En números, Rolón supone más de 1,5 millones que viene de la amortización anual de su fichaje (25% de 4,2 millones), de salario fijo y variable, de los derechos de imagen y la cuota a la seguridad social principalmente sin contar otras variables menos relevantes.

Fuentes cercanas al jugador sostienen que a pesar de todo esto el jugador, que vive solo en Málaga y tiene a toda su familia en Argentina, se siente con ánimo y no escatima ningún esfuerzo por intentar algún día conseguir dar buenas noticias en lo deportivo. La actitud del futbolista sigue siendo positiva, algo que también ha reconocido el propio entrenador malaguista, pero la situación es insostenible para la progresión del jugador y también para los intereses del Málaga. Desde la dirección deportiva de Manolo Gaspar se ha expresado, siempre sin citar nombres concretos, la necesidad de dar salida sobre todo a los jugadores que más gastos suponen (entre los que está Rolón aunque no es tanto por su salario, sino por la amortización de su fichaje), y desde la agencia de representación del argentino confirman a SUR que aún es pronto para tener alguna certeza, pero obviamente están buscando una salida para él aunque, añaden desde su entorno, el jugador demuestra un apego extraordinario al club a pesar de todas las circunstancias vividas. Y luego está lo el jeque Al-Thani piense de todo esto, porque él, por ahora, tiene la última palabra.