Cuatro puntos del Málaga para empezar a creer

Pepe Mel habló de los partidos de Zaragoza y ante la Ponferradina como si se tratara de un ultimátum, de dos 'finales' que marcarían el futuro del Málaga y también de algunos de sus componentes. Sin duda, eran dos compromisos cruciales, críticos, con el equipo en el 'farolillo rojo' de Segunda y con unas expectativas poco halagüeñas por lo visto hasta ese momento. Era previsible que, en el caso de que los resultados hubieran sido negativos, se tomarían algunas decisiones de cierto calado en estas últimas semanas del año. De ahí que, al margen del juego desplegado y la imagen ofrecida, los cuatro puntos sumados sirven para que el grupo blanquiazul, la plantilla, el equipo y el cuerpo técnico, comiencen a creer en sus posibilidades de salir de la zona de descenso lo antes posible.

El entrenador lo tenía claro. Insistió en que los dos encuentros pasados eran casi determinantes para el Málaga. Nunca se escondió al darle la importancia que realmente tenían. Unos marcadores más negativos, sin duda, hubieran supuesto una losa difícil de levantar a medio plazo. La diferencia con las posiciones de permanencia podían haberse aumentado, lo que habría sido realmente tenebroso. Pero la realidad es diferente y el equipo ha recortado esa desventaja a tres puntos, colocándose a tiro de un solo partido, un dato que ofrece aún más confianza y esperanza en que la recuperación se puede consolidar relativamente pronto, si bien para ello será necesario mantener la racha y seguir sumando victorias.

Parece claro que Mel pretendía hacerse los seis puntos en juego, pero también entraba en su planes que la suma final se quedara en cuatro puntos, como fue finalmente. Y todo ello superando las adversidades que le aparecieron al equipo en La Romareda, donde jugó más de una hora en inferioridad. Se adelantó con uno menos y finalmente empató de una forma que rozó la épica. Y contra la Ponferradina apenas brilló, pero se hizo con el triunfo en una acción aislada, con un tanto en propia puerta. Pero en ambos casos pasaba a un segundo plano la forma de hacerlo, pues lo vital eran esos puntos que finalmente alcanzó el cuadro de Martiricos.

De esta manera, se puede considerar que el primer objetivo de este cambio de rumbo para reaccionar se ha conseguido, pero será necesario ahora consolidar la buena racha con nuevos marcadores favorables, algo que precisará de una mejora mayor en el juego por el gran nivel de los rivales a los que se medirá a partir de ahora y hasta el final de la primera vuelta, que coincide con el cierre del año y la llegada de las vacaciones navideñas para los futbolistas.

Y todo ello aderezado con la proximidad del mercado invernal, al que el Málaga concurrirá, al menos, con un par de incorporaciones. Será necesario, como ya han comentado desde el club, reforzar las bandas para compensar la plantilla en busca de un nuevo esquema de juego diferente al de partida, al que formó parte de la planificación de la temporada el verano anterior. Pero la situación ha variado, ha sido retocada con los cuatro últimos puntos sumados, lo que abre una puerta al restablecimiento del conjunto blanquiazul. Parece claro que los planes generales han cambiado de una forma radical, centrándose todos los esfuerzos esta campaña en hacerse con la permanencia en Segunda,

El equipo de Mel, además, deja de ser colista de Segunda después de varias jornadas gracias su último triunfo en casa. Al cierre de la jornada, el Ibiza cayó anoche en su estadio frente al Andorra y permite definitivamente al conjunto blanquiazul subir una posición en la clasificación, con dos puntos más que el cuadro balear.

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