Lo que iba a ser una verdadera fiesta en La Rosaleda casi acaba en tragedia. Ni una alegría completa para la sufrida afición malaguista, que ... acabó rezando a los cielos que acabara la cosa, algo inexplicable cuando a falta de 5 minutos el marcador reflejaba un 3-0 contundente, pero ocurrió que «los cambios de los aplausos», esos que se hacen para premiar la buena labor de los más destacados, estuvieron a punto de sumirnos en una debacle absurda: los que salieron en los instantes finales no estuvieron 'metidos' en el partido, y el equipo literalmente se 'descuajaringó', y por poco si el Lugo no se lleva un punto. Hubiese sido una ruina y lo que nos faltaba. El Málaga, hasta ese nefasto final, había estado mejor que en ningún otro partido. Mel, de un plumazo, dejó en mantillas toda la planificación de fichajes de Manolo Gaspar, que ha amontonado hombres y más hombres para el centro del campo. El técnico apostó claramente por las bandas, y ahí comenzaron a llegarle balones a Rubén Castro, y el Lugo se diluyó muy pronto, sobre todo porque un fallo defensivo fue aprovechado por el joven Cristian para un gol de categoría. Los hinchas nos frotábamos los ojos: ¡a los 16 minutos íbamos ganando 1-0 y habíamos estrellado una pelota en el larguero!... En el segundo tiempo, sólo con fases de acierto, jugando por las bandas, con Rubén Castro dislocando a los zagueros gallegos, llegaron dos goles más, que pudieron ser tres si un milimétrico fuera de juego visto por el VAR no lo hubiera evitado. Aquello era una fiesta, pero... ¡Dios mío, quién dijo que no íbamos a sufrir'. ¡Vaya 10 (5 más 5) minutos finales! Un horror con el Málaga descentrado, sin ninguna contundencia atrás, y olvidando que al rival volcado se le podían buscar las cosquillas en cualquier contraataque. Terminar pidiendo la hora en un partido como el aqui comentado es con 'contradiós', pero al final se lograron los tres puntos y se ganó en La Rosaleda. Pero hay que hacer fichajes, varios, en Navidades, pero que no los haga la actual Dirección Deportiva, por favor; para nada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad