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La derrota ante el filial de la Real fue un golpe clave que dejó al Málaga muy herido tras una dinámica incierta que se confirmó con la impotencia demostrada en este crucial choque en tierras vascas. Los buenos minutos ante el Almería quedaron atrás y ... las sensaciones vuelven a ser nefastas. A la falta de gol, habitual esta campaña y otras, se ha unido semana tras semana la incapacidad creativa en el centro del campo o las crecientes carencias defensivas. Las derrotas ante los rivales más fuertes se podían justificar por las diferencias en los objetivos o el nivel de las plantillas, pero la situación va a peor y tampoco se atisban opciones de frenar a los contrarios más modestos o necesitados, como se puede observar. De ahí que, ante la próxima recta final del campeonato, la pregunta que queda en el aire es clara: ¿a quién le puede ganar este equipo?
Si se tienen en cuenta los catorce rivales a los que se enfrentará de aquí al final del campeonato, siete partidos en casa y otros tantos fuera, la variedad es completa, pues abarca a gran parte de los rivales de la categoría. Pero parece obvio que el Málaga tiene problemas ante cualquier contrincante de Segunda. La categoría sigue siendo dura y compleja, como se sabía, lo que precisa de un compromiso máximo de los futbolistas y de ideas ganadoras de su entrenador, un Natxo González que continúa sin vencer en una trayectoria deficiente desde su llegada, en sustitución de José Alberto López: ha conseguido un punto de doce posibles en los cuatro encuentros disputados bajo su dirección (aunque el primero de ellos lo afrontó después de sólo dos entrenamientos con la plantilla).
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El bajón observado desde diciembre, incluido este mes, sigue sin encontrar un fondo definitivo que permita pensar que la reacción va a llegar pronto. De esta manera, tampoco se puede precisar qué perfiles de rivales pueden ser más accesibles para los blanquiazules a la hora de sumar. En este momento no parece que ninguno de ellos lo sea. Es previsible, sin embargo, que tanto el club (dirección deportiva) como el entrenador y la propia plantilla busquen y encuentren soluciones que permitan, al menos, frenar la caída para llegar al final del campeonato sin jugársela cada semana. Serán tres meses completos de lucha permanente para no ser engullido por el grupo de abajo, donde es previsible que ahora estos conjuntos mejoren y sumen más puntos que antes (suele ocurrir al final).
Culpas compartidas
Todas las partes juegan un papel fundamental y se presentan ahora como responsables del fiasco de la temporada (sobre todo los últimos meses), aunque la última palabra siempre la tienen los futbolistas, que deberán dar un paso adelante en el capítulo individual, donde se están mostrando cada vez menos eficaces, en todas las demarcaciones. El descenso en el rendimiento parece generalizado y preocupante, algo que está perjudicando al equipo y está depreciando a todos ellos. La dinámica juega en contra, pues la confianza va cada vez a menos, lo que los lleva a la obligación de, al menos, conjurarse para sacar adelante el proyecto del club y el de ellos mismos, empezando por el encuentro el lunes que viene en La Rosaleda contra el Cartagena, a partir de las 21.00 horas (será la primera de las 'finales').
El malestar de los aficionados, además de la decepción y la impotencia, es máximo. De hecho, medio centenar de ellos recibieron entre protestas ayer al equipo cuando regresó a La Rosaleda, antes del mediodía, de su viaje a tierras vascas. La tensión fue importante en algunos momentos del encuentro, según afirman testigos presenciales, y los capitanes se vieron obligados a dar explicaciones a los concentrados a las puertas del estadio. Incluso fue necesaria la presencia de la fuerza pública para evitar cualquier altercado. La plantilla realizó a continuación un entrenamiento, el típico del día siguiente a los partidos, y hoy tendrán la jornada de descanso. De ahí que mañana comenzará la cuenta atrás...
Al Málaga le quedan tres meses de competición definitivos e inciertos. Serán catorce compromisos, auténticas finales desde el primero, frente rivales de todo tipo. Deberá visitar estadios de equipos que pugnan por salir del descenso, como el Amorebieta y el Fuenlabrada (serán los próximos), y de otros que están arriba y pretenden subir a Primera, como Las Palmas o el Tenerife. En principio, sin embargo, en los envites de casa será donde intente conseguir sus mejores resultados. La mitad de estos partidos se celebrarán en el estadio de Martiricos, y el resto a domicilio. El objetivo se centra en sumar, al menos, dieciséis puntos que puedan permitirle luchar por la permanencia (las fechas de los dos primeros partidos están decididas, pero el resto pueden variar).
Las catorce finales
-Málaga-Cartagena Lunes 28
-Amorebieta-Málaga Domingo 6 marzo
-Málaga-Ponferradina 13 marzo
-Fuenlabrada-Málaga 20 marzo
-Málaga-Huesca 27 marzo
-Girona-Málaga 3 abril
-Málaga-Valladolid 10 abril
-Leganés-Málaga 17 abril
-Málaga-Eibar 24 abril
-Las Palmas-Málaga 1 mayo
-Málaga-Oviedo 8 mayo
-Tenerife-Málaga 15 mayo
-Málaga-Burgos 22 mayo
-Lugo-Málaga 29 mayo
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