No pudo con el control del encuentro el colegiado navarro Galech Apezteguia. Se le vio excesivamente bisoño, pese a ser esta su cuarta temporada en la categoría de plata. Su juventud pudo ser la culpable. Con solamente 31 años no dio muestras en ningún momento ... de seguridad en la toma de decisiones. Los titubeos constantes fueron su peor enemigo en el trabajo de desarrollo, lo que provocó la irascibilidad de la grada, con protestas estruendosas, al no entender el respetable a veces los criterios desiguales que aplicaba en el control del juego.

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Lo positivo: Comenzó con buena imagen, desplazándose acertadamnete en función del ritmo que el partido reclamaba. Trató de no interferir en el juego con leves decisiones, sobre todo en el primer periodo. Es verdad que las protestas continuadas de unos y otros no favorecen la labor de los árbitros, pero se ha de tener conocimientos suficientes y una personalidad adecuada para controlar un encuentro que a medida que avanzaba más se complicaba. Se descompuso absolutamente en el segundo tiempo exasperando aún más a la grada. Su única decisión importante positiva, en la que le ayuda el VAR, fue Álex Pastor, por el derribo a Rubén Castro, al ser ocasión clara y manifiesta de gol.

Lo negativo: El excesivo escrúpulo que mostró en el control del juego en el segundo periodo fue su peor nota, confundiendo en exceso el sentido de las faltas. Esto hizo recordar en las gradas el arbitraje suyo en la temporada anterior en Gijón, en el que fue expulsado Escassi muy pronto, en el minuto 7 (su entrada fue durísima) y también, como aquí, con un montón de amonestaciones en el partido.

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