Muy protestado

Muchas son las temporadas que lleva en la Segunda División el castellano De la Fuente Ramos. Esta será su octava campaña, con 147 partidos dirigidos, por lo que atesora experiencia suficiente para ser de garantía en la dirección de cualquier encuentro. Además, le acompaña algo preciado: su juventud (29 años). Este fue el décimo partido dirigido a los malaguistas y no estuvo excesivamente afortunado. El choque fue muy activo, jugado con mucha rapidez en los movimientos de los futbolistas, por lo que el grado de exigencia aumentaba a medida que el encuentro avanzaba. Esto le complicó en alguna medida su trabajo.

Lo positivo: Demostró solvencia en el control del juego con los errores que tuvo, sin necesidad de hacer un uso excesivo de las amonestaciones, y sí de las advertencias, que es una buena medicina para dejar claro que no permitirás que las acciones sobrepasen el límite reglamentario. Amonestó en el primer tiempo al 'txuri urdin' Pokorny, por disputar un balón con Roberto e impactar en la cara del ariete con un movimiento del brazo. En el segundo el amonestado fue Genaro por una acción similar a la anterior sobre Aldasoro, y tres minutos después se la mostró al propio Aldasoro por un claro agarrón a Paulino.

Lo negativo: El exceso de lagunas interpretativas que mostró y que le originó errores absurdos provocó ruidosas protestas de la grada, no siempre con razón, aunque sí en alguna de ellas se justificaban. Necesitó en algunas acciones ayuda del cuarto árbitro a través del pinganillo para resolver disputas de balón en falta, de ahí que las indicara tarde. No me gustó la ayuda que recibió de su asistente de Tribuna, Pescador Hernández, con demasiado protagonismo en indicaciones innecesarias.