Primeros pitos a Antoñito por las dilaciones en su renovación

Resulta muy sintomático esta situación en un jugador autor del gol del ascenso a Segunda y que tuvo un inicio decisivo esta campaña erigido, a sus 17 años, como máximo goleador y asistente, méritos que mantiene aún, en su bautizo en Segunda. Sin embargo, la afición comienza a no perdonar sus dilaciones a la hora de renovar contrato.

El jerezano acaba su vínculo este curso, lo que implica que desde enero, en cuestión de pocas semanas, podría comprometerse con otro club. Los gestores de la entidad de Martiricos tratan de lograr su renovación, pero se chocan con el desinterés de su representante, Pini Zahavi, que sólo da largas a estas alturas.

El jugador, con sólo 17 años y una proyección como se ha visto en pocos canteranos, sólo ha sido titular ya en uno de los últimos cinco partidos (llegó a encadenar poco antes tres partidos jugados al completo) y ahora se marcha una vez más con la selección sub-19 española, con lo que será baja con el Málaga el próximo fin de semana en Zaragoza.

En poco tiempo empieza a pasar de héroe a villano, perdiendo el favor de parte de su afición, que entiende que no está lo suficientemente comprometido con su equipo actual, con el que no hace ademán de renovar, incluso en un hipotético escenario de ampliación de contrato y elevación de su claúsula de rescisión, cara a dejar a la larga beneficios en la entidad de Martiricos, horizonte que ahora no se da.