Un grupo de jugadores celebra el triunfo en el entrenamiento de ayer. mariano pozo
Racing-Málaga, 16.15 horas

Reválida para el Málaga de Pepe Mel

El Málaga debe crecer aún más en eficacia, consistencia y control del partido para superar en Santander al Racing y dejar de ser el colista

Sábado, 1 de octubre 2022, 00:28

En Santander comenzó el calvario y en Santander se espera que comience la resurrección. En el histórico El Sardinero se desveló hace poco más de tres años que el Málaga había dejado de ser el más rico de Segunda entre nubarrones de límite salarial disparado, ... imposibilidad de fichar, restricción máxima por parte de LaLiga a la hora de inscribir a nuevos futbolistas profesionales y fuegos de artificio por parte del inefable director deportivo, Caminero. De aquel verano que culminó en el 'lunes negro' del hola y adiós de Okazaki ya no quedaba rastro en el verano recién concluido, marcado por la ilusión, las altas expectativas y los sueños de ascenso. Pero después de siete jornadas el equipo vuelve a tierras cántabras asfixiado de nuevo –esta vez más por razones deportivas que económicas–, lastrado por el fracaso de la 'era Guede' y necesitado de un triunfo en la reválida del nuevo Málaga de Pepe Mel a partir de las 16.15 horas.

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Frente a aquel Málaga que arrancó el segundo año de este 'quinquenio de plata', al que LaLiga sólo permitió inscribir a 14 jugadores –fueron convocados hasta nueve canteranos, tres más de lo establecido, lo que puso en riesgo el triunfo–, se encuentra el actual, con una inversión impensable no hace tanto y que había generado toda la esperanza desaparecida desde meses antes de que llegara la pandemia. Potencial parece sobrar para no vivir un ejercicio con los agobios tan recientes, pero de momento el equipo es el último de la fila y su resurrección pasa inevitablemente por marcar territorio en la visita al conjunto que lo precede en la tabla.

Primera semana completa

Los 'brotes blanquiazules' del pasado fin de semana ante el filial del Villarreal deben convertirse en argumentos más convincentes de mejoría y recuperación tras la primera semana completa bajo la batuta de Mel. El primer mandamiento del madrileño pasa por disfrutar de la posesión de la pelota como consecuencia de una férrea presión y ahí estará una de las claves de la cita esta tarde en El Sardinero. A priori lo va a tener fácil porque el Racing no se obsesiona con tener el balón; al contrario, prefiere esperar atrás para buscar transiciones rápidas. En su último compromiso en casa se las vio con Las Palmas, el conjunto que más se afana en poseer el control del esférico, y se quedó en un exiguo 19% para salvar un punto (0-0). En Gijón, donde ganó por 0-2, no pasó del 35%, y el domingo, en Eibar, sólo alcanzó un 31% en un partido que tenía perdido al descanso y del que tuvo opciones de rescatar un punto en la recta final.

Pero la posesión será inútil para el Málaga si no llega a través de una presión eficaz que permita poner en apuros al Racing, conjunto sin nombres atrás pero bien conjuntado y que sufre mucho más si el error lo comete en la salida. En cambio, si se le permite armarse para verse obligado a un ataque posicional es más difícil hincarle el diente. Y no sólo eso. Su único argumento ofensivo parece consistir en las transiciones rápidas porque cuenta con la potencia de Sekou (ahora más fino) y con la esperanza de que Matheus, Mboula, Íñigo Vicente o el joven Peque sorprendan a una defensa escalonada. Cualquier pérdida blanquiazul en zona de riesgo puede acarrear problemas innecesarios frente a un equipo que únicamente ha marcado en dos de los siete encuentros con un pírrico balance de tres goles.

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No parece que la alineación vaya a variar en exceso respecto a la semana pasada, salvo el cambio obligado en el centro de la defensa por la lesión de Moussa. A cambio regresa Bustinza, ya cumplida su sanción. También lo hace Burgos, aún corto de forma. La plaga de lesiones no cesa y ayer sufrió el enésimo contratiempo con Chavarría cuando este parecía haber dado un paso definitivo. Mel deberá pensar que al mal tiempo, buena cara ante la reválida de esta tarde en El Sardinero, donde conviene mejorar en eficacia, consistencia y control del partido para dejar la condición de colista.

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