El Málaga, ilusionado con una posible hazaña

No hace mucho que los enfrentamientos entre el Málaga y la Real eran duelos muy parejos, pero en la actualidad existe una considerable brecha. El equipo blanquiazul atraviesa una de sus peores etapas deportivas tras años de declive y buscando salir del pozo de la tercera categoría mientras que el conjunto vasco saborea las mieles de una de las mejores épocas de su historia, puntero en la Liga y actualmente en octavos de la Champions tras quedar primero de su grupo en la fase previa. El Paris Saint Germain, su próximo rival europeo, ya le teme.

Así que el Málaga ve esta vez como su habitual papel de equipo superior, de rival a batir, en Primera RFEF se cambia radicalmente y una victoria suya ante el conjunto 'txuri urdin' se consideraría una gran gesta. Sería algo histórico, porque bajo las siglas de Club de Fútbol nunca ha ganado a un Primera militando en la tercera categoría. Y muchos podrían pensar que el camino de los malaguistas en esta edición de la Copa debe cortarse aquí para centrarse en la Liga, donde se juegan mucho, pero en la plantilla blanquiazul hay mucha ilusión por demostrar su calidad y dar la sorpresa. Sobre todo, los más jóvenes del vestuario afrontan este partido como una cita soñada y no pretenden reservarse nada.

Son fechas cargadas de un entusiasmo extra y este partido es como un regalo de Reyes para la mayoría de los futbolistas malaguistas, que aspiran a hacer carrera en la élite. Una emoción que se ha ido contagiado también entre los aficionados, quienes llamados por el atractivo juego de la Real Sociedad, han pasado por caja para no perderse un duelo envuelto con un cariz especial. Se han vendido cerca de 20.000 entradas, lo que supone también un importante ingreso extra para la entidad de Martiricos, y se prevé un ambiente excepcional. Cabe recordar que para este encuentro los abonados también han tenido que comprar su localidad, aunque con descuento y la posibilidad de conservar su asiento habitual, por lo que esta vez la cifra de asistencia sí será fiel al número de entradas expedidas.

Este partido es especial también en gran parte porque abre una nueva realidad para los dos equipos al margen de otras competiciones y da la sensación que poco importan las cábalas o comparaciones. Dicho esto, el Málaga llega a este encuentro tras firmar un amargo empate contra el Intercity (2-2) y en plena recuperación de efectivos que, a pesar de tener el alta médica, aún no están listos para competir con garantías.

Por este y otros motivos es una incógnita el planteamiento del entrenador, Sergio Pellicer, que podría apostar por un once de gala sin tantas rotaciones y más experiencia sin exponer tanto a los más jóvenes. Y es que al contrario que en las rondas anteriores, esta vez sí han tenido tiempo para preparar a conciencia el partido de Copa y luego van a tener mucho margen para recuperar físicamente antes del siguiente encuentro de Liga (el domingo 14, a las 12.00 horas, en Ceuta).

Ocurre algo similar en la Real Sociedad, donde la única certeza es que tiene cuatro bajas importantes y la mayoría en ataque. Kubo se ha marchado con Japón a la Copa de Asia; Sadiq, con Nigeria, y Traoré, con Malí, están en la Copa de África, y André Silva, que apuntaba a tener minutos, se ha lesionado. Aún así, la Real sigue contando con un gran arsenal y su técnico, Imanol Alguacil, dijo en la previa que iba a poner a los mejores porque quieren levantar otra vez el título copero como hicieron en 2021.

Y en la convocatoria vienen todos los disponibles. Además, el equipo de San Sebastián está viviendo un momento de dudas. Atraviesa su peor tramo de resultados y juego de lo que va de temporada con cuatro empates consecutivos y falta de acierto de cara a portería, por lo que quieren utilizar este partido ante el Málaga para desquitarse y coger confianza. De modo que ingredientes no faltan para que este nuevo duelo entre malaguistas y realistas.