El Málaga, sin euforia ni complejos ante otro examen en La Rosaleda

El objetivo de Pellicer se centra en que el camino de su equipo sea paralelo a cualquier ruido externo, aislando a sus hombres para que afronten cada encuentro de la misma forma que hasta ahora, intentando mejorar en busca de un nivel mínimo que permita al equipo desarrollar la competición con garantías. Con un equipo casi nuevo, el Málaga está sumando más puntos de los previstos en el arranque, y cada semana muestra más y mejores hechuras futbolísticas. Los jugadores comienzan a soltarse y a mostrar sus mejores condiciones en el plano individual, algo imprescindible para llegar al mejor rendimiento. Para ello, el entrenador está buscando las opciones más adecuadas en cada envite, lo que le obliga a retocar la alineación y el sistema de juego de una forma constante, algo que no le importa por ahora. Este plan del técnico, además, está dando posibilidades de sumar minutos y alcanzar lo antes posible el ritmo de juego a todos los jugadores, salvo los lesionados (en este caso están fuera de los entrenamientos Joaquín, que llegó con problemas, y los canteranos Ismael, Hicham o Juan Cruz).

Pese a todo, el choque de hoy cobra una trascendencia especial, ya que supone un examen importante para conocer cuál es la capacidad real del equipo en este momento. Será un rival incómodo y casi nuevo, como el Málaga. La continuidad en el rendimiento será el siguiente objetivo, sobre todo en casa. Aunque no hay espectadores para apoyarlos, los jugadores tienen muy claro que La Rosaleda debe ser un fortín, algo fundamental en la categoría. De hecho, el Málaga no ha perdido ningún partido en su feudo, pese a estar vacío y sólo ambientado por la megafonía. Ahora le llegará el turno a Pellicer para adaptarse también en esta ocasión a un rival casi desconocido, pero que vuelve a consolidar poco a poco un bloque competitivo en la categoría, igual que hiciera la pasada temporada.

En el plano puramente deportivo, con la mente puesta en ampliar y mejorar la racha de dos victorias de los últimos compromisos, el once del Málaga puede variar de nuevo, aunque después de las buenas sensaciones vividas en el choque anterior, también en casa, ante el Sporting, el técnico podría darle continuidad a la alineación, salvo la posible vuelta de Matos y quizás algún detalle más. Y se sigue la incógnita sobre el portero, que en Zaragoza jugó a buen nivel Soriano y el domingo anterior fue relevado por Dani Barrio. En el caso de que Pellicer haya decidido que disputarán un encuentro cada uno, esta tarde le volvería a tocar al sevillano. Parece claro que uno de los retos del técnico se centra en que todos los jugadores, incluidos los guardametas, disputen muchos minutos todos ellos.