En este Málaga siempre hay que confiar. «Nos lo hemos ganado», subrayan en el vestuario. Por eso, a las puertas del primero de los ocho últimos envites de la Liga, la expedición blanquiazul viajó ayer temprano a Gran Canaria con la convicción de que ... da igual el obstáculo porque la mentalidad no varía. No obstante, en ese afán por dar un paso más esta tarde en el feudo de Las Palmas (18.15 horas, Movistar LaLiga2), le toca afrontar un partido exigente sin su pieza más importante, Escassi, el futbolista que aporta el equilibrio.
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El malagueño no llegó a tiempo por mucho que se esperó hasta el jueves por la tarde para conocer sus sensaciones. Siempre cuesta sacar del equipo a Escassi por su empecinamiento en no faltar, pero a estas alturas se antojaba absurdo no ya asumir el riesgo, sino obligarlo al largo viaje. Sin chárter, con dos noches fuera y presumiblemente sin jugar. Quintana, Ramón, una reestructuración en la medular, cambio de sistema, jugar con dos puntas... Todas las opciones parecen abiertas porque sin el paleño el equipo no funcionó en Cartagena (hubo que cambiar el esquema en el intermedio) y naufragó en casa frente al Almería (tuvo que salir tras el descanso).
Pellicer no podrá contar con Escassi, pero se aferra (como los jugadores y como la afición) a ese espíritu ganador que luce el Málaga, combinación de una mentalidad positiva, de una fe absoluta en el trabajo a diario y, cómo no, de la indiscutible capacidad de la plantilla para sobreponerse a cualquier adversidad. Uno tras otro han caído el central en mejor forma (Mejías, aunque Juande sea sinónimo de regularidad), el futbolista más acertado en la definición (Luis Muñoz) y el eje del equipo (Escassi). Pero el cuerpo técnico prefiere mirar siempre el vaso medio lleno y se aferra a la esperanza de que Cristian se asiente, de que Jairo mantenga su progresión, de que Rahmani aleje los nubarrones en su juego tras el tanto frente al Albacete, de que Jozabed siga en su línea y de que Caye Quintana entre en esa racha de eficacia tan habitual en los delanteros cuando acaban con una interminable sequía.
Porque nadie se pronuncia abiertamente, pero ahora en el vestuario del Málaga sí se fija la atención en la sexta plaza, en el calendario y los resultados del Rayo y de los equipos que hacen de puente. Recortar un punto por jornada al cuadro vallecano (porque el 'goal average' particular está perdido) parece casi una quimera a tenor del propio programa de partidos –con Espanyol, Mallorca y Leganés en el horizonte–, pero este Málaga ha sido tan imprevisible, casi siempre para bien, que ni los rivales lo dan por descartado.
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La mentalidad puede pesar mucho en la cita de esta tarde, porque precisamente su rival no está muy boyante en este aspecto y de nuevo surgen numerosas voces respecto a cierto conformismo en el grupo encabezado por Pepe Mel. El cuadro grancanario es un caso extraño en estos tiempos porque su entrenador ha repetido once las tres últimas jornadas, aunque esta dinámica se trunca debido a la sanción de Jesé. Con uno o dos puntas –es más probable la primera opción–, Las Palmas ha mostrado en toda la Liga la irregularidad propia de un equipo al que le sobra talento y le falta empuje. Es habitual verlo 'desconectar' de los partidos cuando el arreón inicial no depara frutos y esa es la razón de que siempre se haya movido en tierra de nadie, sin pisar la zona de 'play-off' (como máximo, séptimo, una vez) y a prudencial distancia del descenso. Lo tiene todo (calidad, juego, desborde, remate, llegada...), pero no brilla por el factor crucial en Segunda: afán competitivo.
La trayectoria reciente del cuadro amarillo como local ofrece un 6-1 al Lugo que en cierto modo puede resultar engañoso (su adversario contaba con seis bajas importantes), pero Las Palmas es uno en casa y otro, muy distinto, a domicilio. Y precisamente se crece en los compromisos ante conjuntos de la zona alta o ante aquellos que, como le sucede en la actualidad al Málaga, llegan en buena dinámica. Es elocuente que, pese a no contar con público en las gradas, haya ganado en el estadio Gran Canaria a cuatro de los seis primeros (sólo cedió sendos empates a uno contra el Rayo Vallecano y el Mallorca). La exigencia será alta, sobre todo con la baja de Escassi, pero a estas alturas siempre hay que confiar en este Málaga. «Nos lo hemos ganado». Y está visto que da igual el obstáculo.
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