Cara o cruz por los 'play-off'

Al Málaga sólo le vale ganar, ganar y ganar en esta recta final porque el 'goal average' lo tiene perdido con el conjunto vallecano (el particular) y con el gijonés (el general, por una notable diferencia). En el vestuario están más que concienciados respecto al envite a primera hora de esta tarde porque se asume que no superar al Fuenlabrada truncaría cualquier opción de alcanzar los 'play-off' de ascenso. La distancia sería excesiva y además el propio calendario obligaría a un milagro puesto que la mitad de los seis compromisos restantes serán frente a tres de los cuatro primeros (Espanyol, Mallorca y Leganés).

La notable mejoría en La Rosaleda, con tres victorias y un empate en los cinco últimos partidos –sólo se tropezó ante el Almería– y la consolidación del sistema (4-1-4-1) alimentan el optimismo en el plantel y, de paso, sirven de contrapeso a las adversidades que se suceden una tras otra en forma de lesiones de futbolistas profesionales. La fatiga muscular comienza a pasar factura –más, si cabe, por el sobreesfuerzo mental en una temporada complicada desde el primer minuto– y tras Lombán, Mejías, Luis Muñoz y Escassi ahora le toca el turno a Benkhemassa.

Precisamente la incógnita pueda estar en la presencia de Escassi en el once porque llega demasiado justo de preparación, lo que en cierto modo condiciona cualquier pronóstico sobre el trio de jugadores elegidos en el corazón del equipo. Igualmente, sigue abierta la puerta de la titularidad de Scepovic como ariete, aunque Pellicer mantiene la confianza en el trabajo de sacrificio y de desgaste de los zagueros rivales por parte de Caye Quintana.

Y como si no fueran pocos los síntomas de agotamiento, el adversario de esta tarde va a obligar al Málaga a ofrecer una tenacidad y un ahínco enormes. El Fuenlabrada no ha mejorado excesivamente desde que José Luis Oltra recogió el testigo de José Ramón Sandoval, una decisión originada por la decepción de los dirigentes de ver al equipo casi constantemente en la zona media pese a la inversión realizada (en especial, con el malaguista Mula). El equipo sigue en la zona media, sufre demasiados altibajos y además en casa no termina de entonarse. Incluso, con su actual entrenador el porcentaje de puntos por partido es ligeramente inferior...

En realidad, como le sucede al Málaga, el cuadro fuenlabreño tiene mejores números a domicilio: sólo los dos primeros, el Espanyol y el Mallorca, han logrado más puntos como visitante y además es el tercero en goles marcados, superado únicamente por el Espanyol y el Almería. Durante la temporada le han penalizado los escasos triunfos en casa (nada más que tres) y el elevadísimo número de empates (hasta 17).

Pero, más allá de los números, tal vez el aspecto más destacable del Fuenlabrada sea su nivel físico. El análisis de los datos de todos los equipos le permite ocupar lugar de honor en este aspecto, circunstancia que explica la dificultad que supone superarlo (está por debajo de la decena de derrotas), y obliga al rival a picar mucha piedra. El Málaga va a toparse con un adversario que le esperará replegado, con un férreo dispositivo de contención, y que buscará cualquier desajustes del conjunto blanquiazules para darle un zarpazo. Va a ser un duelo de exigencia máxima y un cara o cruz para mantener viva la ilusión de acceder a los 'play-off' de ascenso.