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Hoy el Málaga vuelve a vestir de blanquiazul, no con esa equipación amarilla (la tercera) con la que ha encadenado a domicilio tres victorias y ... un empate. Es decir, juega otra vez en casa, lo que supone la asignatura pendiente de una temporada en la que, a tenor de las circunstancias derivadas de la desastrosa gestión de su defenestrado presidente, no anda lejos del sobresaliente. Afrontar una cita en La Rosaleda (y sin la presencia de público) se ha convertido en una insoportable jaqueca para el equipo de Sergio Pellicer, que ante todo buscará esta noche (20.30 horas, Movistar LaLiga2) mantener la inercia ganadora frente a un Cartagena en horas bajas. Y, de paso, alcanzar 28 puntos, la cifra mágica que deseaban los técnicos para el parón navideño.
Ya se sabe que el discurso 'oficial' incluye manidos tópicos como aquello de ir partido a partido, no pensar más allá del próximo rival y de sólo el presente. Pero internamente, sea el entrenador que sea (incluido Simeone, por supuesto), siempre se hacen cálculos, predicciones y estimaciones. En el cuerpo técnico del Málaga, por ejemplo, irradiaban al comienzo de la temporada un insólito optimismo pese a los nubarrones en el horizonte, así que cuando empezó a avanzar la Liga Pellicer y su grupo de trabajo querían más y más. Y precisamente cara a la media docena de compromisos antes de las vacaciones soñaban con que el equipo diera la talla en tres salidas muy complicadas (Gerona, Fuenlabrada y Almería) para tratar de acercarse a la treintena de puntos. Más tarde, justo después del tropiezo en casa frente al Lugo (aunque el empate supiera a victoria), el listón se encontraba en dos triunfos en las cuatro últimas citas. La primera se consiguió en Fuenlabrada y con méritos más que sobrados, así que de lograr esta noche los tres puntos se habría alcanzado un nuevo objetivo antes de visitar al Almería y de recibir al Logroñés.
«Tengo un largo parte de bajas, pero seguro que encontraremos alternativas». El primero que no parece querer excusas es el propio entrenador. Así se pronunció Pellicer minutos después de la clara victoria en Fuenlabrada al analizar el envite de hoy frente al conjunto departamental. Para entonces ya asumía las diferentes ausencias en el antepenúltimo compromiso liguero de este atípico año. Esta noche no podrán estar por sanción los dos principales delanteros, Caye Quintana y Chavarría (aunque se mantiene la esperanza sobre el recurso presentado para que el primero sí pueda jugar), pero tampoco dos de los tres centrales teóricamente titulares (Juande, también por acumulación de amonestaciones, y Escassi, lesionado) y Jairo. Además, también es dudosa la presencia de Benkhemassa, al que el castellonense ha conseguido quitarle la etiqueta de 'jugador menor' en la plantilla.
Pellicer incidirá hoy en la charla a los jugadores en el mismo mensaje que trasladó en el descanso frente al Lugo. «No entremos en su juego, vamos a dedicarnos a jugar», les expuso en el vestuario como principal prioridad para tratar de neutralizar la desventaja de dos goles. Porque, como recalcó el martes en público, «cuando nos olvidamos del rival y nos centramos en lo que pasa en el campo, salen mejor las cosas». Además, no cabe duda de que el éxito del Málaga esta noche pasará por no fijarse en la trayectoria reciente del rival. El Cartagena llega con una racha de un empate y cinco derrotas, pero es obligado recordar que ese punto obtenido sobre 18 posibles se produjo en una cita exigente, la visita a Vallecas (precisamente su última salida), y que en ese tramo se las ha visto también contra los dos primeros, el Mallorca y el Espanyol.
Más bien el Málaga debe fijarse en sus deméritos como local, que le han llevado a sumar sólo dos triunfos en siete encuentros (contra el Alcorcón y el Sporting). Y además pidiendo la hora... A falta de confirmación de la baja de Caye Quintana, Orlando Sá es a día de hoy el único delantero disponible. PIlar en el vestuario pero casi inédito en 'minutos de verdad', la presencia del portugués implicaría un estilo de juego más directo y la necesidad de más centros desde las bandas. Ahí el Málaga cuenta con su 'dúo dinámico', Joaquín y Rahmani, pero no debe descartarse alguna variante (de nombres o de sistema) como factor sorpresa ante un rival que tiene el imborrable recuerdo de que regresa precisamente al escenario donde logró el ascenso a Segunda.
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