Prueba del algodón para el Málaga en Linares

Son sensaciones de un tramo inicial de cuatro jornadas que, lógicamente, no pueden considerarse definitivas. Es pronto para conocer por qué van a competir dentro de cinco o seis meses las huestes de Sergio Pellicer, si por el ascenso directo, las plazas de promoción o si se verá apurado para este último reto. Todo pinta a que en el peor de los casos esto no sucederá, pero a estas alturas se mantiene una incertidumbre lógica acerca de si las dos últimas victorias del equipo, muy solventes, el 1-2 en Mallorca ante el Atlético Baleares y el 3-0 al filial del Granada, no han conducido a una falsa euforia.

Desde este prisma, la visita esta tarde (18.00 horas, FEF TV) al Linares puede ser la prueba del algodón que necesita el Málaga para definir mejor sus aspiraciones. Se mide a un rival con más hombres que nombres, un aspirante habitual los dos últimos años a jugar la fase de ascenso (la disputó en la 2021-22 y se quedó a las puertas hace unos meses al terminar sexto) y un conjunto muy incómodo de local. De hecho, no pierde en Linarejos un partido desde el 12 de marzo (ocho invicto ya en Primera RFEF entre el final del último curso y este.

Es todo un reto para el Málaga, que será hoy una suerte de Eintracht de Fráncfort en el Camp Nou, en la medida en que estará apoyado por un número tan alto de aficionados (en torno a unos 2.000) casi como seguidores azulinos habrá en Linarejos. Quizás este Linares no intimide por nombre del modo que lo hacen históricos como el Castellón, el Córdoba o el Murcia, un recién descendido como el Ibiza o un filial del nivel del Castilla, pero siempre está arriba en la tabla clasificatoria y acaba de derrotar en las dos últimas jornadas a dos de los equipos antes citados, al segundo conjunto madridista y al blanquiverde. Pese a los cambios en la plantilla, pues sólo siguen nueve jugadores, y se fueron a categorías superiores Fermín (Barcelona), Gelardo (Villarreal B) y Álex Sancris (Burgos), sigue ahí.

En su primera salida andaluza de muchas este curso, el Málaga, que podría repetir once por primera vez, acude también en un gran momento y está ante la posibilidad de encadenar cuatro victorias, lo que no sucedía desde junio de 2019, entonces en Segunda, hace tres años y medio. Aunque sea en Primera RFEF, una categoría mas abajo, este dato da idea de que el equipo va por el buen camino, pero la ambición tiene que seguir siendo máxima. El único gran premio es ser campeón del grupo 2, y todo lo demás es hipotecarse a unos inciertos 'play-off'.

Es más, como el Ibiza tiene un partido pendiente y podría ganarlo ante el Murcia, estaría un punto por delante aunque ganara hoy el Málaga. Un detalle más que obliga a huir de cualquier tipo de euforia o relajo ante este notable inicio de campaña. Por si acaso, esta tarde ahí estará el Linares para dictar sentencia. Será la prueba del algodón.