Rubén Yáñez, durante un entrenamiento de esta semana, junto a Escassi. mavalphoto
Levante-Málaga, 21.00 horas

Al Málaga le toca sacar su orgullo

El panorama parece poco propicio para puntuar en la visita a un Levante superior y más asentado, pero es momento de confirmar la mejoría como bloque

Domingo, 4 de diciembre 2022, 00:08

Cuando en la noche, casi madrugada, de aquel jueves 19 de abril de 2018 el Málaga selló su descenso a Segunda tras la mejor etapa ... de su historia en la élite nadie podía imaginar que se demoraría tanto el retorno al campo del Levante. No se cumplió el pronóstico del presidente granota, Quico Catalán, durante el almuerzo –«nos veremos pronto»– porque han pasado cuatro años, siete meses y quince días. Y, desde luego, el reencuentro no se ha producido como se deseaba, en Primera. Camino de un lustro en la categoría de plata, el conjunto blanquiazul regresa al Ciutat de Valencia casi en idénticas circunstancias, sólo que un escalón más abajo: hundido en el fondo de la tabla y como aparente víctima frente a un rival muy superior. Toca tirar de orgullo esta noche (21.00 horas) para dar la sorpresa y proseguir con la óptima racha de resultados (que no de juego).

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Son variados los paralelismos entre aquel Málaga de la temporada 2017-18 y el actual, pero básicamente se reducen a tres: la deficiente planificación, la suficiencia de determinados futbolistas y las limitaciones en ataque. Lejos de ser un punto y aparte, aquel gol de Boateng encajado en el minuto 93 no fue más que un punto y seguido, ya que la pesadilla blanquiazul parece no tener fin. Ni siquiera con un notable incremento en su tope salarial ha sido capaz de afianzarse en la zona alta y, como hace más de cuatro años y medio, se ha visto lastrado por los gravísimos errores en la configuración de la plantilla.

Borrón y cuenta nueva

Al contrario que el Málaga, que demoró en exceso el relevo en el banquillo –y ni siquiera fue así porque se produjo por la dimisión del entrenador, no por la vía de la destitución–, el Levante hizo muy pronto borrón y cuenta nueva. Los dos técnicos iniciales, Pablo Guede y Mehdi Nafti, se decantaron por un sistema basado en tres centrales, pero si el hispanoargentino renegó muy pronto de sus ideas (ya en el segundo partido, cuando durante casi toda la pretemporada se ensayó con esa idea), el expreparador del Marbella se mantuvo en sus trece. El parecido es tal entre ambos equipos que en La Rosaleda se había pensado en Pepe Mel como opción para el verano (luego se decidió dar continuidad a Guede) y en el club granota llegaron a sentarse con Javi Calleja en junio para intercambiar impresiones.

El Levante parece tener todo lo que desea el Málaga, básicamente el estilo muy definido implantado por Calleja

Tras el cambio, los resultados del Levante fueron inmediatos –también contribuyó la transición de la mano del propio director deportivo, Felipe Miñambres– mientras sólo en las últimas semanas el Málaga ha mejorado sus números. Pesan más las buenas sensaciones como colectivo en momentos de apuro (con un futbolista menos en Zaragoza durante más de 80 minutos y también en la fase final contra la Ponferradina) que el fútbol ofrecido, las ocasiones y los goles. De ahí que frente a un adversario que se antoja muy por encima en demasiadas facetas del juego convenga aferrarse más al orgullo del cuadro blanquiazul para rascar algo positivo esta noche en el Ciutat de Valencia.

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Porque el Levante tiene todo lo que desea el Málaga. Fiel heredero de Manuel Pellegrini (el referente tras varios años a sus órdenes en el Villarreal), Calleja no da prioridad al sistema (la distribución numérica de los jugadores), sino al estilo, basado en el adecuado control de los espacios, la posesión, la fluidez con la pelota gracias a la movilidad, la combinación de juego interior e interior y, como consecuencia, la no dependencia exclusiva de uno o dos futbolistas. Como se puede comprobar, todas estas cuestiones constituyen la asignatura pendiente de un Málaga que carece de peso por las bandas, con futbolistas que piden el balón al pie y limitado en capacidad de desequilibrio de un número no muy amplio de efectivos (y encima, el más importante, Rubén Castro, demasiado aislado).

El problema vuelve a estar en el lateral izquierdo, con Cristian lesionado y sin futbolistas fiables, cuando De Frutos suele hacer daño en esa zona

El Málaga parece también inferior al Levante si se analizan posibles duelos individuales. El principal socavón blanquiazul está en el lateral izquierdo, precisamente al que De Frutos suele hacer mucho daño. Con Cristian lesionado y Lumor y Bustinza como alternativas nada fiables (aunque este último es baja por una fractura de la nariz), está por ver si Mel insiste con Javi Jiménez, calamitoso en las dos últimas salidas. Y tampoco está, por nuevos problemas físicos, Juande, el central que debe cubrirle las espaldas al '3' elegido. Desde luego, el panorama parece poco propicio para puntuar frente a un rival que puede situarse a sólo tres puntos del liderato y por eso al equipo blanquiazul le toca sacar su orgullo.

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