Los jugadores del Málaga, en el entrenamiento del jueves. SALVADOR SALAS

Tranquilidad o inquietud para el Málaga

El equipo necesita un triunfo en Alcorcón para cambiar la tendencia de resultados adversos, disipar las dudas surgidas y no dar oxígeno al colista

Sábado, 30 de enero 2021, 00:57

Tranquilidad o inquietud. El desenlace de la cita de esta tarde en Alcorcón (18.15 horas, Movistar LaLiga2) marcará el estado de ánimo del Málaga en vísperas de recibir a otro equipo venido a menos, el Zaragoza. La crisis de resultados durante los dos últimos ... meses –unida a la más profunda como local– obliga a un cambio de tendencia sin más demora. En Segunda este tipo de dinámicas son habituales, de ahí la necesidad de cortarla de raíz para que el bajo estado anímico no prevalezca sobre el físico y el técnico por más que la preparación sea la adecuada. Por esa razón Sergio Pellicer y sus jugadores anteponen la importancia de recuperar las mejores sensaciones como bloque a la condición de colista del adversario.

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En Segunda muy pocos equipos se han salvado históricamente de encadenar rachas negativas, razón por la que los entrenadores de todos los equipos inciden en plena etapa de vacas gordas en la relevancia de aprovechar la inercia positiva. Al Málaga, sin ir más lejos, le tocó el desplome en el momento más inoportuno en la temporada del último ascenso, cuando ya encaraba la recta final. Sin embargo, despejó cualquier duda con un convincente y sufrido triunfo en el Sánchez Pizjuán frente al filial del Sevilla con un soberbio gol por la escuadra de Calleja. Y hace casi dos años la serie adversa constó de ocho partidos, con cinco derrotas y tres empates, y se llevó por delante a Juan Ramón Muñiz. Aunque luego no tuvo continuidad en los dos partidos posteriores, el viraje se produjo precisamente en el escenario del duelo de esta tarde, en Alcorcón. Aquel Viernes Santo, marcado por el estreno de Víctor en el banquillo, se vivió la mejor versión de Ontiveros. Y simplemente el despertar del marbellí bastó para que sus compañeros encontraran un argumento convincente con vistas a alcanzar los 'play-off' de ascenso.

Aferrados a la solidez del grupo

En esa tesitura se encuentra actualmente el Málaga, en ambiente y dinámica de nerviosismo por la falta de triunfos. Tenía a tiro la treintena de puntos antes de acabar un maldito año, pero asoma febrero y ese objetivo tampoco se ha cumplido. Desde luego, las sensaciones no son las mejores, pero internamente existe una plena confianza en revertir la situación gracias a la solidez en el vestuario. Puede sonar a tópico, pero ese factor es tan intangible como básico, como quedó patente primero en la pasada 'miniliga' y después, tras la agonía de final de agosto y comienzo de septiembre, en el arranque de este ejercicio.

Indudablemente existe otro argumento más poderoso para los incrédulos: la trayectoria del Málaga como visitante. Y ahí la certeza de una mejoría en todos los sentidos es casi absoluta, con una sola derrota (engañosa además, en Almería) y tres triunfos en las seis últimas salidas. Ese es el aval de un equipo más cómodo sin la pelota, muy solvente con las líneas juntas y capacitado para dar un zarpazo en cualquier momento.

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La presión arriba del Alcorcón con Anquela, clave en que sólo haya encajado nueve goles en 12 encuentros



El éxito esta tarde dependerá más de que el Málaga recupere su libro de estilo que del rival. Eso sí, Pellicer destacará en su charla táctica aspectos básicos de este Alcorcón que bajo la batuta de Juan Antonio Anquela no termina de remontar en la clasificación aunque sus cifras no sean malas (16 puntos y sólo nueve goles encajados en 12 encuentros). El equipo blanquiazul deberá sortear la férrea presión arriba del adversario, la clave de su óptimo balance defensivo con el técnico linarense y también de las tres victorias en casa en los cinco encuentros bajo su batuta.

La derrota del cuadro alfarero esta semana en el envite aplazado contra el Albacete (1-2) no influirá en que vaya a mostrarse esta tarde más encorajinado que de costumbre. El Alcorcón tiene el 'sello Anquela' de equipo que va con todo a los balones 'divididos' y que no ahorra un ápice de esfuerzo. En manos del Málaga está calcar las virtudes que ofreció el conjunto manchego el pasado martes para disipar dudas, superar los 30 puntos y empezar la cuenta atrás para la permanencia. De lo contrario, en vez de ganar tranquilidad se disparará la inquietud.

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