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El Málaga presentó a todos sus nuevos fichajes de esta temporada de una sola vez. Organizó una 'megapresentación' donde cada uno de los quince flamantes malaguistas analizaron brevemente su llegada al club y los objetivos que se proponen cara a la temporada 2020-2021 a las órdenes de Sergio Pellicer. Los porteros Dani Barrio y Soriano; los defensas Calero, Mejías y Matos; los centrocampistas Escassi, Luis Muñoz, Jozabed, Cristian, Rahmani, Jairo y Joaquín, y los delanteros Orlando Sá, Caye Quintana y Chavarría fueron los protagonistas.
En el césped de La Rosaleda, donde los jardineros apuraban al máximo el mantenimiento del tapete que esta semana soportará dos duelos de máxima intensidad (el Málaga recibe mañana al Sporting y el domingo al Mirandés), los nuevos fichajes, a excepción de Matos –que se ausentó de la parte gráfica del acto con permiso del club «por motivos personales»–, posaron vestidos de corto junto al director deportivo, Manolo Gaspar. Una foto para el recuerdo y que supone algo inédito. Un ejemplo del periodo de transformación que vive el club. El único precedente parecido se remonta a 2007, cuando el Málaga comandado por Juan Ramón López Muñiz presentó hasta once fichajes en la terraza del Hotel Larios.
Frente al micrófono, quince jugadores y quince historia. Aunque el relato, a grandes rasgos, es común. Los quince jugadores coinciden en su apuesta por recalar en el Málaga por ser «un club grande aunque esté en Segunda y la situación que tenga». Todos, que aseguran haber elegido estar aquí con una fuerte convincción, ven este paso en sus carreras como una oportunidad de crecer y de resarcirse de malas temporadas en años anteriores. Y explican que se vieron muy atraidos por el proyecto de renovación y, como si hubieran pactado la respuesta, a la pregunta de cuál es el objetivo del equipo, la conclusión es contundente: «Lo único que tenemos que pensar es en conseguir los 50 puntos, la permanencia». Aunque quince versiones dan para mucho más.
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El malagueño Escassi, titular indiscutible del equipo, destaca su vuelta a casa tras toda una carrera buscándose la vida lejos de ella. «Cuando surgió la posibilidad de venir, no quería saber nada de ningún otro equipo porque era mi prioridad absoluta. Ahora quiero mantener esta regularidad que llevo, que es lo más complicado. Que me respeten las lesiones. Y no quiero hablar de objetivos, porque vengo de un Numancia donde acabamos la primera vuelta en puestos de 'play-off' y acabamos la temporada descendiendo. Así que lo único que tenemos que pensar es en conseguir los 50 puntos, que es la permanencia», declaró el paleño.
El nuevo ariete del equipo, Orlando Sá, es uno de los fichajes más veteranos y ha encajado en el vestuario como un líder experimentado. Tiene carisma y sus reflexiones no pasan inadvertidas. «Le dije al club que quería estar desde los primeros días de la pretemporada para tener entrenamientos y dejar atrás las pequeñas molestias que son normales en un jugador que viene de no jugar nada. Si estoy bien, estoy seguro de que ayudaré al equipo y tendré goles. Los aficionados no pueden olvidar que no somos tan buenos cuando ganamos ni tan malos cuando perdemos. Durante este camino vamos a tener muchos días complicados y eso sólo se pasa bien si estamos unidos», aportó el portugués.
El medio punta Jozabed fue una de las incorporaciones más sorprendentes. El sevillano llegó cedido por el Celta con el objetivo de reflotar su carrera. «Después de muchos años por el norte y algún que otro tiempo fuera de España, necesitaba un poco de sur, y creo que es el sitio idóneo para, de nuevo, hacer una buena temporada y reecontrarme. Esperemos que se pueda ver una buena versión mía después de un año malo en Girona. Soy el primero que pondré todo de mi parte», prometió.
Jairo, que firmó por dos años tras quedar libre del Hamburgo, también buscaba «un club que me diese la confianza después de varios años malos por la lesión que tuve». Con firmeza, declaró que está convencido de conseguir de nuevo «mi mejor nivel» y reconoce que está siendo intenso el proceso de «sacar resultados lo más pronto posible mientras nos tenemos que conocer mejor». Por eso pide «paciencia y tranquilidad», en la misma línea de Orlando Sá.
El extremo Rahmani, cedido por el Almería, confiesa: «Cuando me llamaron, fue una ilusión muy grande y no hubo mucho que pensar. Esté en la situación que esté, el Málaga es un club grande». Al contrario que otros andaluces que vuelven a su tierra, él se aleja del norte (jugó cedido en el Lugo), donde deja a su familia. A pesar de esto, cuenta que su adaptación está siendo buena: «Creo que voy bien; me está gustando bastante».
El delantero onubense Caye Quintana no tendrá la situación que Rahmani. «Málaga es una ciudad parecida a Huelva y a Cádiz, y la verdad es que tanto yo como mi familia estamos muy contentos», cuenta, a la vez que aclara: «Desde que contactaron conmigo pensé que era el sitio idóneo para mí, y así se lo comuniqué al Cádiz, que sólo quería venir aquí». Y remata añadiendo: «Hay muy buen grupo, y eso es muy importante para poder conseguir cosas. Al final creo que vamos ha hacer un equipo bueno para competir; el objetivo tiene que ser ese».
Fue especialmente emotiva la aparición de Luis Muñoz, el canterano que ha ascendido hasta la mesa de los mayores y ahora lleva el brazalete. «Es algo inexplicable. Hace poco tiempo estaba de recogepelotas y ahora puedo vivirlo todo desde dentro siendo capitán», manifestó. Luego aseguró que este cambio de ciclo que vive el Málaga «es un proyecto ilusionante; he visto que todo el mundo va a luchar hacia el mismo objetivo».
Al contrario que Luis Muñoz, el extremo Joaquín, cedido por el Huesca, nunca pasó por el club a su pesar. «Siempre jugué en equipos de barrio, así que cuando se me presentó la oportunidad no lo pensé dos veces», confesó. Es el único de los fichajes que aún no ha podido debutar por culpa de una lesión en el recto de su pierna derecha. «Tengo muchas ganas de jugar, pero con la lesión me tengo que aguantar un poco más», expresó impaciente.
El defensa Mejías, cedido por el Leganés, es otro que, como Joaquín, busca establecerse en Segunda. Su objetivo es crecer a la vez que ayuda al equipo. El venezolano declara sentirse muy cómodo. «Creo que estamos haciendo un muy buen grupo. Hay buen equipo y tenemos que seguir con la racha que tenemos», analizó, a la vez que confesó, al margen de lo deportivo, que vivir cerca de la playa «es una motivación más».
Cuenta Chavarría que también se ha aclimatado a la ciudad porque «tras muchos años en el frío de Francia y Bélgica, esto se parece a mi Argentina». El delantero insiste: «Me encontré con un club muy bien estructurado, como una familia, y el grupo del equipo con muchos jugadores jóvenes, lo que nos da mucha vida». No se pone cifra de goles, igual que los otros arietes. Su objetivo es «ser útil para el equipo y estar a disposición físicamente».
La reflexión de Soriano represente a todos. El portero, que llegó cedido por el Sevilla, explicó su decisión de recalar en La Rosaleda. «Cuando me dijeron de venir aquí no lo dudé porque es un club grande aunque esté en Segunda y la situación que tenga. Lo importante es que ahora se están haciendo las cosas bien, y consideré que es un paso para mí a la hora de seguir creciendo», dijo.
El otro portero de la primera plantilla, Dani Barrio –que fue el primero de los dos en incorporarse–, habla de la competencia en esta posición. «Me encantaría jugarlo todo, pero se ha generado una competencia importante y sana entre los tres porteros que estamos (también al canterano Gonzalo), y creo que al final hará que el nivel de la portería suba», reflexionó. Y puntualizó, en cuanto a lo de hablar de objetivos, que su «mala experiencia» en el Numancia la campaña pasada le enseñó a que «hay que tener la mente fría». «Cuando llegue marzo, ya veremos por lo que podremos pelear», añadió.
Matos, el lateral zurdo cedido por el Cádiz, también pertenece al grupo de jugadores que llega a esta temporada tras una anterior en blanco por las lesiones. «Es un reto importante para mí después de un año agridulce que tuve el año pasado por la lesión. Gracias a Dios, todo ya está superado y lo que más me atraía del Málaga es el reto que tenemos por delante», declaró el sevillano, que también pidió paciencia a la vez que aseguró: «Veo cosas buenas en los entrenamientos que se verán reflejadas en el campo».
En el otro flanco, el lateral diestro Calero, procedente del Numancia, apuntó que esta nueva etapa de su carrera significa una evolución personal. «Es un paso muy grande venir a una institución como el Málaga, con todo lo que conlleva a nivel de estructura, estadio, masa social y ciudad. Es una motivación enorme. Pero lo que más me impulsó fue el interés de la dirección deportiva y el entrenador», explicó el madrileño.
Por último, el medio centro jerezano Cristian, cedido por el Extremadura y que fue uno de los primeros en llegar, confiesa que cuando surgió la posibilidad no tardó en decidirse. «Soy joven, quiero crecer, y por eso vine sin pensarlo», dijo de forma escueta. Prefiere hablar en el campo. «No me marco objetivos individuales; lo que quiero es disfrutar y que los objetivos del grupo se cumplan».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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