Preocupación en el Málaga por la cena de Nochevieja de Mejías en Marbella

Además de la evidente preocupación por la salud del propio futbolista, en el Málaga se considera también una acción que daña la imagen del equipo. De hecho, ya se han recibido algunas críticas a través de las redes sociales. Sin embargo, esta situación no impidió que el jugador se entrenase ayer con normalidad en la sesión de preparación del partido contra el Albacete del próximo domingo. Fue un asunto que se avivó durante la jornada al descubrirse imágenes en Instagram, principalmente de un vídeo subido en la cuenta de Vanessa Trasolini, conocida del malaguista y que también estuvo en el evento. Un vídeo que el propio Mejías compartió en su cuenta, pero que más tarde retiró.

Antes del entrenamiento de este viernes, Mejías se sometió, como el resto de integrantes de la plantilla, a un test PCR que vertió un resultado negativo. Pero esto no impide que tanto el Málaga como LaLiga, a través del inspector designado en el equipo, estén analizando la posibilidad de que no juegue el inminente partido de Liga. Es algo que se entiende como medida de prevención médica por un lado –el principal–, y que también podría considerarse una decisión disciplinaria, aunque por el momento no existe constancia de tal extremo por parte del club.

Este sábado se valorará el asunto en profundidad en el club. También se revisa el texto del protocolo anticovid de la patronal de clubes sobre las medidas de prevención a pesar del resultado negativo de su test. Es probable que antes de volver con el grupo tenga que pasar algún test más para certificar que no se ha contagiado, ya que los actuales resultados no se consideran concluyentes.

Molesta especialmente que el jugador no atendiese a los ruegos desde la entidad, que hasta el momento ha conseguido blindarse frente a la Covid-19, ya que no se han registrado contagios en todo este tiempo en el vestuario malaguista. Precisamente, el técnico, Sergio Pellicer, hizo hincapié en la importancia de ser responsables y escrupulosos para evitar cualquier tipo de situación potencial de contagio, por más que las medidas de seguridad lo justificasen. Primero, por la salud de la plantilla, y segundo, porque un posible caso o un pequeño brote puede ser letal para un equipo con reducidos recursos a nivel de jugadores disponibles.

Desde el principio de temporada, la entidad ha intentado hacer comprender a la plantilla, técnicos y empleados la vulnerabilidad del equipo ante algún caso o un posible brote de Covid-19 en sus filas. Su limitada nómina de fichas profesionales podría dejar en cuadro al equipo, llegando al punto de verse seriamente afectados para incluso salir a competir durante un tiempo en caso de toparse con la obligación de hacer una cuarentena prolongada.

Tal es la situación que el mero hecho de que se pueda perder el partido contra el Albacete supone un inconveniente para el equipo, que contará con un mínimo de cuatro bajas de profesionales para el encuentro, lo que podría acarrerar que el equipo se desplazara con sólo 13 profesionales en caso de que finalmente se decida que Mejías debe quedarse en tierra. Para este sábado se espera también alguna comunicación del club sobre el asunto, al menos de Pellicer, que comparecerá en sala de prensa, como es habitual siempre antes de un partido de Liga.