La posible retirada del Reus por impagos a la plantilla, que comienza a adquirir visos de realidad, beneficiaría deportivamente al Málaga, que después de que el cuadro catalán juegue este fin de semana ante el Córdoba sería uno de los tres equipos de Segunda que aún no se ha enfrentado a él. Todos ellos ganarían automáticamente seis puntos sin jugar. En cambio, ya hay otros conjuntos, como el Alcorcón, que se han dejado tres puntos y no los recuperarían.
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El artículo 77 del código disciplinario de la Federación Española prevé ante la retirada de un equipo con la competición en marcha que se respetarían todos los puntos obtenidos por sus rivales hasta ahora. Además, en los encuentros que ya no se van a jugar se daría por vencedor al oponente, y para determinar el tanteo, se toma la media de goles encajados por el equipo excluido hasta ahora (el Reus lleva 24 en 17 partidos, un promedio actual de 1,4 por choque).
El Reus, con una deuda de cinco millones, debe tres mensualidades a la plantilla. Antepenúltimo en la tabla, LaLiga se ha ofrecido a abonar las nóminas de la plantilla (no las de otros trabajadores del club ni las del cuerpo técnico o ayudantes), pero los jugadores están divididos entre la solución a tomar: si aceptarlo –se teme que al final de la temporada LaLiga sanciones al club con el descenso administrativo– o denunciar al club y quedar libres. Seda el caso de que uno de los jugadores del Reus es Mikel, cedido por el Málaga.
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