Dos porteros por la marcha de Munir y con Gonzalo en la recámara

La hoja de ruta del Málaga está clara, entre otras razones porque el director deportivo ha recibido plenas garantías del administrador judicial, José María Muñoz, de que la reestructuración de la plantilla se hará sí o sí. De un lado, están las gestiones del propio Manolo Gaspar con los futbolistas afectados y sus agentes, pero por otro el actual responsable de la gestión de la entidad cuenta con el respaldo de la jueza María de los Ángeles Ruiz González para tomar aquellas decisiones que velen por viabilidad del Málaga.

Una de estas decisiones está cantada desde hace semanas y es la obligada salida de Munir. Como ha venido informando este periódico, el jugador tendrá que salir traspasado pese a que su deseo es seguir a toda costa en el Málaga, desea jugar en Primera (lo han sondeado el Cádiz y el Huesca), y la entidad de Martiricos ansía que se marche ya al Leganés porque tiene apalabrada su venta al conjunto 'pepinero'.

Como esta cuestión estaba muy clara desde el primer día, el Málaga tiene planificado fichar a dos porteros. De este modo, se evitarían los apuros de esta temporada aún no concluida, que hubo que afrontar con un solo guardameta profesional (Munir) y dos canteranos (Kellyan y Gonzalo). La profesionalidad del guardameta melillense, que ha acabado como ganador del Trofeo Zamora, permitió desterrar dudas sobre si la falta de un competidor con experiencia (como le sucedió la campaña anterior con el polaco Kieszek) desembocaría en un rendimiento más bajo.

No obstante, es indudable que con tan pocos efectivos profesionales era imprescindible que Munir no faltara porque ello implicaba recurrir a uno de los dos porteros que no contaban con ese tipo de licencia, lo que reducía aún más la presencia en el terreno de juego de futbolistas de campo con categoría amateur. Esa es precisamente una de las razones por las que el Málaga no se ha planteado inscribir entre los 'mayores' a Gonzalo. A la hora de la verdad el argentino va a ser uno más de la terna y a Pellicer, como ya ha demostrado en su etapa en el primer equipo, no le va a temblar el pulso si lo ve con un nivel superior a sus compañeros.

Pero por encima de todo se pretende que el joven y prometedor cancerbero compita cada fin de semana con el Atlético Malagueño (siempre, claro está, que la Liga en el grupo IX de Tercera División se desarrolle con normalidad, algo que a día de hoy genera demasiadas dudas por el coste que supone para la Federación Española y los clubes realizar test PCRcon frecuencia para evitar contagios por el coronavirus).

Una vez despejada la duda sobre Gonzalo, el Málaga ya ha elegido al primero de los dos porteros profesionales que va a contratar. El club vuelve a mirar a Soria, desde donde llegó Munir (que paradójicamente había sido suplente en su última campaña en Los Pajaritos, a la sombra de Aitor, ahora en la órbita del Atlético de Madrid), y tiene apalabrado a Dani Barrio, de 33 años.

El portero nacido en Gijón ha sido uno de los más destacados de Segunda pese al descenso del Numancia, pero se da la circunstancia de que ya lo había seguido la secretaría técnica durante su etapa en el Melilla. Durante cuatro años defendió la meta del equipo azulino y en los tres últimos rindió a gran nivel: 23 goles encajados en 37 partidos en la temporada 2016-2017, 17 tantos en 29 encuentros en la 2017-2018 (con el exmalaguista Manolo Herrero como entrenador) y uno de los artífices en la 2018-2019 de la clasificación para los 'play-off' de ascenso a Segunda (32 goles en 38 partidos). Su entrenador en esta última campaña, Luis Carrión, no dudó en llevárselo con él al Numancia.

Con Dani Barrio ya cerrado (su fichaje se anunciará conforme el Málaga venda a Keidi y cierre alguna otra salida, y cuando sea oficial el descenso del Numancia), el Málaga tiene puestos los ojos en varios guardametas que pueden estar a tiro en las próximas semanas, algunos de ellos presumibles descartes de equipos de Primera.