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Los jugadores del Málaga han hecho los deberes durante el confinamiento. Así lo asegura uno de los capitanes del equipo, Luis Hernández: «En general, estuve hablando con Paco (Francisco Jaime Muñoz), el dietista, y me dijo la plantilla había llegado en un nivel muy bueno ... y prácticamente óptimo para competir. Creo que habla muy bien del compromiso de todos los compañeros después de estar 50 días en casa», compartió en una entrevista con SUR.
Y es que, además de a los test de coronavirus, los futbolistas malaguistas también se sometieron a un breve examen físico donde se les midió el peso y el índice de grasa corporal tras 54 días entrenando en casa, y con tan solo varios días de por medio con la oportunidad de salir a correr por la calle gracias a las últimas medidas del gobierno. Pero los planes de entrenamientos de los técnicos y las diversas videollamdas grupales han funcionado para mantener el nivel, un tarea nada fácil
«Para ninguno de nosotros es sencillo, acostumbrados a tener una rutina de entrenamiento exigente no es sencillo volver igual o incluso en algunos mejor de lo que se fueron. Como te digo habla de las ganas de volver a competir», afirmó Luis Hernández, quien en su caso personal explica que «en mi caso no mire los datos en concreto pero seguro que he vuelto más delgado de lo que me fui». Entre otras razones porque cuidó de forma exhaustiva su alimentación.
Confiesa que en este tiempo de encierro ha «comido menos» bajo la idea de compensar: a menor esfuerzo físico, menos ingesta. Además, el estar en casa y no poder salir durante mucho tiempo, llevó a los jugadores a realizar dobles sesiones diarias y ejercicios adicionales además de los programados por el club.
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