Paso atrás en los planes del Málaga

La pasada era una jornada clave, crucial, casi determinante. Al margen del resultado contra el Ibiza, se enfrentaban los rivales más directos en la lucha por abandonar la zona de descenso. Esta coincidencia era muy interesante «si ganas tu partido», dijo el propio Pepe Mel en la previa del choque en las Baleares. Pero el Málaga no pudo mantener el gol de Chavarría hasta el final y tuvo que conformarse con un punto insuficiente y hasta decepcionante que lo coloca otra vez alejado de las posiciones de permanencia, a cinco puntos nada menos, cuando cerrará la primera vuelta del campeonato este domingo en La Rosaleda contra el Alavés, uno de los más fuertes de la categoría, a las 21.00 horas. Para después, antes de las vacaciones navideñas, el equipo tendrá que afrontar también el choque de la Copa del Rey contra el Gimnástic, a domicilio (el jueves 22, también a las 21.00).

El equipo blanquiazul bajó el rendimiento en la segunda parte y los cambios empeoraron su rendimiento, lo que ofreció otra vez una imagen del equipo algo más vulnerable frente a un rival complicado por su situación, pero más accesible que otros de los contrincantes de las últimas semanas. Recibió el tanto del empate y acusó el golpe, sin que su reacción fuese tan constante como otros días. De ahí que desde el domingo haya comenzado a cambiar de nuevo la visión de los aficionados, que vuelven a sentirse pesimistas cara al futuro del equipo, que necesita escalar posiciones para salir de la zona de peligro de una forma urgente.

El enfrentamiento directo de los seis últimos, además, está comenzando a crear una brecha en la zona baja de la tabla que reduce las posibilidades de recuperación a corto plazo. Algunos de los rivales del Málaga comienzan a distanciarse y, por ejemplo, el Mirandés, que es decimoséptimo, dispone de siete puntos más que los blanquiazules, dos más que la Ponferradina, que figura como primer equipo para perseguir de los que se encuentran en el descenso.