El plan B del Málaga: 23 fichas para evitar riesgos con los tres lesionados

Tanto Manolo como el nuevo entrenador, José Alberto López, buscan evitar la complicada situación por la que pasó Sergio Pellicer durante toda la temporada pasada (e incluso en algunos tramos de la anterior), consecuencia directa del escaso número de fichas profesionales. Los quebraderos de cabeza eran continuos, en demasiadas ocasiones hasta horas antes del partido, para evitar la alineación indebida y hasta se articuló la fórmula de tener preparada una equipación para el portero suplente en previsión de que tuviera que salir a competir como jugador de campo.

El reto es no pasar por los mismos apuros, pero el Málaga va a partir de salida con un claro interrogante sobre el estado físico de tres jugadores. De un lado se encuentran Calero y Chavarria, que sufrieron sendas lesiones de rodilla de gravedad, y por otro, Hicham, que encadenó un contratiempo físico tras otro y casi todos sin relación. Paradójicamente, el caso de este es el que más preocupa porque tanto el lateral derecho como el delantero van a muy buen ritmo en su proceso de recuperación. Sin embargo, se estima que en la situación del extremo marroquí también influyen otros factores que él mismo debe corregir, máxime cuando ahora pasa a ser profesional y, por lo tanto, ya computa como uno más en un grupo que debe estar bien seleccionado y compensado.

Obviamente, las graves lesiones de rodilla de Calero y Chavarría obligan a ser cautos porque el riesgo de precipitación en el regreso o de la posterior aparición de contratiempos musculares es claro. También, cómo no, esa larga lista de problemas de diversa índole de Hicham. De ahí que la opción de no limitarse a 21 profesionales esté sobre la mesa. Ahora bien, se requieren diversas circunstancias. La primera, por supuesto, guarda relación con el aspecto económico. Es decir, que el Málaga disponga de margen suficiente en el límite salarial para inscribir a dos futbolistas más. A día de hoy esta posibilidad de antoja inviable, así que todo dependerá de la evolución del mercado, lo que conlleva esperar hasta finales de agosto.

Lógicamente, esos dos últimos inscritos tendrían que cobrar en torno al sueldo mínimo establecido para un profesional en Segunda. Es decr, quedaría abierta la puerta a que dos canteranos dieran el salto y no se limitaran a pertenecer exclusivamente al primer equipo sin contar con licencia como tal. Eso sí, tampoco se descarta que puedan surgir en el mercado opciones interesantes a última hora en las que el Málaga se vea favorecido por otro club que se haga cargo de casi toda la ficha de un jugador.