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Martínez recibe en su partido homenaje un regalo de manos de Montero (acompañado de su ahijado, Santi Aragón) en presencia de Bustillo, SUR
El 'pichichi' que acabó como central de leyenda
Historias del Málaga

El 'pichichi' que acabó como central de leyenda

Martínez llegó como delantero, fue un prodigio de regularidad en sus 11 temporadas (386 partidos) y figuró en un cuarteto defensivo de época

Miércoles, 8 de abril 2020, 01:35

Se suele afirmar que muchos jugadores van retrasando su posición a medida que pasan los años para hacer valer su experiencia y aportar otras cualidades. No obstante, en la historia del Málaga figura un futbolista que llegó con la vitola de goleador, apenas actuó en ataque y acabó como central de leyenda después de haber sido utilizado previamente arriba y en el centro del campo. Aquel espigado burgalés con bigote que aterrizó en La Rosaleda en el verano de 1965 avalado por el entrenador del quinto ascenso a Primera, Domingo Balmanya -que curiosamente se marchó semanas después al Atlético de Madrid-, acumuló decenas de partidos como blanquiazul hasta alcanzar la cifra de 386 y ocupar la segunda posición en el desaparecido Club Deportivo Málaga sólo por detrás de un mito, Migueli.

A mediados de octubre de 2013 Martínez, José Martínez García (Pepe Martínez para sus compañeros), vivió jornadas inolvidables. Casi cuatro décadas después volvió a pisar La Rosaleda. Pocas personas han disfrutado tanto en las nuevas instalaciones del estadio de Martiricos como aquella mañana el burgalés junto a su esposa, Pilar. Ejercieron de anfitriones grandísimos amigos y ex compañeros, Benítez, Ben Barek, Robles, Chuzo y Aragón. Entusiasmado con el Museo, no pudo contener la risa cuando llegaron posteriormente al gimnasio y Robles le espetó: «Anda, Pepe, lo que tú habrías disfrutado con esto...» Y Benítez apuntilló: «Pues si ves lo que hay montado en el estadio de atletismo...»

Porque Martínez fue no sólo un futbolista fiable y prodigio de regularidad. A él, como al ya fallecido Monreal, le apasionaba mantener una sobresaliente condición física. Con su habitual sentido del humor, Viberti solía recordar: «Pepe y Sotillo (como conocía el inolvidable '5' a Monreal) eran terribles, nos traían locos cuando tocaba correr alrededor del campo. Yo les gritaba: 'Paren ya. ¿Es que nunca se cansan?'» Pero Martínez era más. Tácticamente era impecable, razón por la que en muchos partidos no estaba claro si jugaba en la defensa o ligeramente adelantado. En aquella visita a La Rosaleda Robles, que falleció repentinamente coincidiendo con un nuevo viaje de Martínez a Málaga (estaba prevista una cena de exjugadores con sus esposas), apartó a su 'hermano' Aragón y propició una foto singular en la que aparecían Martínez, Robles, Benítez y Ben Barek, futbolistas que ejercieron de centrocampistas. Su reflexión provocó la carcajada de todos los presentes: «Recuerdo que mirábamos para atrás y le decíamos a Pepe Arias: «Pepe, remátalo, que ya lo llevas malherido...» Ninguno de ellos se andaba con chiquitas cuando tocaba frenar al contrario.

Pero la historia de Martínez es singular. Llegó al Málaga porque en la temporada 1964-65 mantuvo al Valladolid con opciones de ascender a Primera desde el grupo Sur de Segunda. Con 17 goles fue el 'pichichi' junto al granadinista Miguel (en el grupo Norte fue Lizarralde, del Indauchu, con 20) y permitió que el conjunto pucelano acabara tercero, justo por detrás del equipo dirigido por Balmanya. Este lo recomendó antes de irse y acertó de pleno: el burgalés estuvo 11 temporadas en La Rosaleda. Hasta que Milorad Pavic, en la campaña 1975-76, quiso dejarlo en el ostracismo y pidió a la directiva que le dieran la baja. Sólo entonces perdió la titularidad (en beneficio de Fidel Uriarte)... pero aun así disputó 30 partidos oficiales en aquel ejercicio.

Martínez no fue delantero en su primera temporada como malaguista y jugó más en la medular, con Ben Barek como principal compañero. Vivió el primero de los tres descensos y también el más traumático, porque el Málaga, que partía como favorito en la promoción tras haber puesto contra las cuerdas al Madrid en la Copa (forzó un partido de desempate), cayó frente al Granada de Jëno Kalmar. En la campaña siguiente le tocó vivir la otra cara de la moneda, el primero de los tres ascensos. Fue con Ernesto Pons, que lo utilizó sobre todo como delantero. También fue empleado en la media (donde brilló la pareja Chuzo-Benítez) y en la defensa, hasta el punto de que en una ocasión el técnico escribió el once titular en la pizarra y colocó a Martínez en dos posiciones...

En las dos siguientes temporadas pasó a ser indiscutible en la media con Chuzo, pero en la 68-69 batió todos los récords en la historia del Málaga: fue utilizado hasta en seis demarcaciones distintas. «Yo lo que quería era jugar y me daba igual donde me pusieran», apunta. Estaban por llegar el ascenso con el trío Migueli-Viberti-Conejo y el 'quinquenio de oro'. Fue entonces cuando Martínez pasó a jugar atrás. Primero fue en el cuarteto Montero-Arias-Martínez-Monreal (con Goicoechea en la campaña del ascenso y después con Deusto); posteriormente, en la 72-73 y 73-74, con Irles en el lateral derecho y Macías como compañero en el eje de la zaga, y ya en su último ejercicio como titular indiscutible, con Aráez de '2'.

Martínez rara vez causaba baja en la alineación y, aunque tenía fama de ser un futbolista duro, sólo fue expulsado una vez, por una dura entrada a Luis junto a la banda. El túnel que le hizo el luego mítico entrenador no le sentó bien... El público de La Rosaleda siempre premió el tenaz esfuerzo de aquel jugador que disfrutó once años del Málaga y de Málaga (donde nacieron dos de sus cuatro hijos) y que se ganó un hueco entre los más importantes de la historia. Su última aportación en el campo fue en el encuentro que supuso su tercer ascenso, en 1976. Recibió una calurosa ovación cuando sustituyó a Aído en aquel 6-2 frente al Alavés de su amigo Ben Barek. También se le recompensó con un partido homenaje. Pero, ¿qué mejor legado que miles de malaguistas hayan guardado para siempre en su memoria el comienzo de aquella alineación: Deusto, Montero, Arias, Martínez, Monreal...?

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