El Málaga impone su hegemonía para ganar al fin fuera y clasificarse en la Copa (0-3)

En un compromiso para reivindicarse se colocó en primera posición Jairo, que dio un recital e intervino de una forma activa y directa en los tres goles del encuentro (los de Paulino, Lombán y Roberto). La victoria mantiene al Málaga en la competición copera y ofrece cierto sosiego a la expedición del cuadro de Martiricos (desplazada en chárter a tierras navarras), que necesitaba, al menos, cumplir, en esta eliminatoria para alejar cualquier duda tras su fiasco de Burgos. Rayó a una buena altura y anuló a un rival inferior y que nada pudo hacer en su campo.

Fue la noche de las oportunidades, como siempre ocurre en la Copa. José Alberto dio continuidad a sólo tres hombres en relación al último compromiso liguero (Lombán, Escassi y Paulino), con ocho novedades en la alineación y con tres canteranos de entrada. El técnico encomendó a los tres habituales el peso del juego, sobre todo al medio centro. El Málaga, que mostró de inmediato su hegemonía, se adueñó desde el primer instante del control del choque y dominó, pero sin profundizar excesivamente y con apenas opciones cara a la meta contraria.

El cuadro de Tafalla confiaba su suerte a las acciones a balón parado, buscando el error o alguna acción individual en segunda jugada. Y dispuso de una aproximación peligrosa que fue bien resuelta por la defensa malaguista. Las concesiones de los visitantes eran mínimas, impidiendo que existieran dudas sobre la diferencia de categoría entre los dos equipos. Con un ataque muy dinámico, sobre todo por las bandas, y una estructura defensiva casi infalible, el Málaga tenía maniatado a un rival sin posibilidades de progresar.

De una forma tranquila, pero sin pausa, el once blanquiazul lo intentaba una y otra vez, fijando a los defensas y dominando también la posesión. Después de una más que posible penalti del Peña Sport (por una mano) que no señaló el colegiado, llegó el esperado y merecido primer gol malaguista: centro de un inspirado Jairo que remata de cabeza solo al borde del área pequeña Paulino para abrir el marcador (el extremo actuó de segundo delantero). Era el paso inicial al que siguieron las ocasiones de Cufré, Haitam o Roberto.

Uno que comenzaba a ganarse el puesto para el domingo era Jairo, que al borde del descanso provocó un penalti que permitió a su equipo marcharse a los vestuarios con dos goles de ventaja gracias a que Lombán lo transformó de una forma brillante. El marcador hacía justicia a lo que se estaba viendo en el campo, con un Málaga dueño y señor que puso en práctica un fútbol práctico y acertado ante un rival como el navarro. Y José Alberto, incluso, hizo 'rotaciones' para la reanudación con la entrada de Peybernes, Antoñín y Javi Jiménez (poco después lo haría Dani Lorenzo para debutar con el Málaga).

El cuadro local salió más fuerte y se aprovechó de la frialdad malaguista para aproximarse algo más a la meta de Dani Barrio (dispuso de una ocasión). Pero los visitantes tardaron muy poco en volver a controlar el juego. Las oportunidades, sin embargo, llegaban ya a cuentagotas, pero todavía llegaría el tercero para cerrar la goleada por medio de Roberto y, cómo no, tras el centro de un Jairo imponente que destacó por encima de todos en el choque copero. Ahora vuelve la Liga...