Pellicer, el tercer entrenador que más aguanta en su puesto en Segunda

Y por esto, el preparador malaguista, que cumplió ayer un año de su debut como entrenador del primer equipo del Málaga, cree que la palabra trituradora es la más acertada para definir lo que siente jornada tras jornada. Siempre con los sensores de alarmas encendidos, Pellicer ha conseguido acabar con la etiqueta de interino que comenzó y ser un eje clave del proyecto austero que emprendió el Málaga, en pleno estado de supervivencia, esta temporada. Un año, que ya es todo un mérito dentro del club de entrenador de Segunda. Para muestra, la actual clasificación que ordena la situación de cada uno de los actuales 22 entrenadores de Segunda. Uno de ellos ni siguiera ha debutado aún. Este es Juan Carlos Garrido, del Castellón, que sustituyó recientemente al granadino Óscar Cano.

En esta lista, Pellicer ocupa la tercera plaza con sus doce meses al frente del Málaga. Sólo suman más continuidad con su equipo en Segunda el entrenador de Las Palmas, Pepe Mel, con 21 meses, y el preparador de la Ponferradina, Jon Pérez Bolo, que suma 18 meses consecutivos con el conjunto del Bierzo en Segunda. Aunque cabe precisar que el vasco ya estaba en la 'Ponfe' en Segunda B una temporada antes, precisamente la que sirvió para retornar al fútbol profesional.

Si contamos la trayectoria de los técnicos en los clubes, independientemente de la categoría, el 'ranking' sería diferente, porque Antonio Hidalgo (Sabadell) y Sergio Rodríguez (Logroñés), ya estaban en sus equipos antes de esta temporada en Segunda. De hecho, en el caso del riojano Sergio Rodríguez, la vigente está siendo su quinta campaña consecutiva en el conjunto rojiblanco. Pero son casos puntuales y de proyectos que vienen de otros escenarios. Lo general en Segunda es que cada temporada los equipos suelan rotar en el banquillo. La mayoría de las veces, como es evidente, los entrenadores sustituidos consiguen el objetivo mayoritario, que es la permanencia.

Pero justo por la igualdad que supone el torneo, que es muy largo y exigente, las expectativas de los directivos van cambiando y también la mayoría sueña con meterse al menos en la zona de promoción para jugar el 'play off' de ascenso. Lo que termina por convertir una solvente salvación en un fracaso. Eso explica que hasta 13 equipos empezasen la temporada con técnico nuevo.

Pero la volatilidad es mucho mayor, ya que durante el curso, el baile de técnicos en los equipos que se mueven en la zona de descenso es continuo. Esta temporada, el Albacete ya ha cambiado de técnico en dos ocasiones. Lucas Alcaraz dejó su puesto a López Garai, y este último se fue por Menéndez. El Zaragoza hizo una transición larga (de seis jornadas) tras destituir a Baraja y antes de la llegada de Juan Ignacio estuvo el encargado del filial, Iván Martínez. En este caso también hubo cambio en la dirección deportiva, donde aterrizó Torrecilla.

Hasta un total de siete equipos han despedido a su técnico en algún momento. Lugo, Alcorcón, Tenerife, Cartagena, Castellón y los dos citados anteriormente, Zaragoza y Albacete. Pero esto es una situación que la afición malaguista también conoce, y no necesariamente en Segunda. Desde salida de Javi Gracia, Pellicer es el único técnico que ha logrado mayor estabilidad. Ni Míchel (con 31 partidos dirigidos), ni Víctor Sánchez (con 29), alcanzan los 41 encuentros que Pellicer ya cuenta en su historial.

Su perfil ha encajado a la perfección con la situación del club, necesitado de compromiso y entereza ante situaciones inusuales, como las que provocan la situación institucional de la entidad. Luego ha logrado enganchar a un grupo totalmente nuevo con una idea común y aunque siempre se puede seguir mejorando, su equipo juega con coherencia y un estilo definido a sus capacidades. Eso le ha valido para tener un alto crédito en el club en estos momentos.