Pellicer, enigmático sobre su renovación: «Todo a su tiempo, el momento llegará»

«Siempre he dicho que queremos estar aquí y no cabe duda que queremos seguir el mayor tiempo posible. Entiendo el debate, pero pienso que lo más importante ahora mismo es que no haya ningún tipo de distracción porque todo tiene sus tiempos y ya llegará. Por encima de todos nosotros está el interés del club. Yo me pellizco todos los días por poder venir aquí todos los días, entrenar a estos jugadores y representar a este escudo. Estamos en el camino de la ilusión de certificar algo que ya tenemos casi hecho; en cuando al 'play off', es una quimera, pero hay ilusión», intentó resumir en un primer momento Pellicer al ser cuestionado por su renovación.

Conforme avanzó la rueda de prensa, el castellonense, entrenador de la casa desde que se incorporó en la cantera hace ya varios años, intentó no salirse de ese discurso, aunque dejó algún que otro titular más sobre el asunto. «Repito, todo tiene su tiempo, el momento llegará. Tenemos una relación casi familiar (se refiere a su trato con el director deportivo, Manolo Gaspar), donde todos hemos crecido juntos. Estaré agradecido de por vida a todos los compañeros. Pido que se respeten los tiempos», insistió expresando su gran ilusión por seguir liderando el vestuario malaguista a la vez que tampoco daba, ni muchos menos, cerrado el acuerdo de continuidad.

Incluso, dejó un mensaje que puede resultar enigmático, sobre todo conociendo que sus agentes están recibiendo ofertas de parte de otros equipo, cuestión que por otra parte es de lo más natural por el rendimiento alcanzado desde que en enero de 2020 se pusiese al mando de un equipo hastiado por los problemas institucionales y económicos de la entidad. «Soy y me siento un malaguista más. No estoy escuchando nada y me focalizo en el día a día. Es cierto que en el negocio del fútbol lo primero que se cambia cuando las cosas no van bien es la silla del entrenador y conviene pensar bien las decisiones», expresó para zanjar por el momento el tema de su renovación, de la que se esperan más capítulos próximamente y que se ha convertido en una de las principales cuestiones en el malaguismo.

«Lo importante ahora es el partido contra el Fuenlabrada. Y es muy importante porque tenemos una responsabilidad muy grande», quiso cambiar de asunto Pellicer para meterse de lleno en el momento deportivo, en el cual el Málaga podría llegar este fin de semana a los 51 puntos si vence al conjunto madrileño. «El ganar nos va a permitir seguir soñando. Estamos en esa posición. Es complicado, hay una diferencia de puntos, pero lo primero de todo es lo que nosotros mismos hagamos. Si seguimos ganando certificaremos el objetivo de la temporada (considera que quizás con 52 podrán celebrarlo de forma matemática) y podremos seguir con opciones matemáticas del 'play off', aunque es una quimera. Este grupo y la afición se merece soñar, pero no nos vamos a meter más presión. Toca liberarse y poder competir con hambre. Todo lo que consigamos será bueno para el club», argumentó el técnico.

Pero como la planificación ya a pleno rendimiento sobre el Málaga 21-22 es uno de los puntos de interés preferente, en esta comparecencia Pellicer también fue preguntado por el entusiasmo expresado públicamente por muchos jugadores de seguir en la plantilla la temporada que viene. Como el delantero Stefan Scepovic, quien habló recientemente en una entrevista para este periódico. Ante esto, al entrenador no le extraña que se quieran quedar aquí. «El Málaga lo tiene todo. Por club y por historia a pesar de todas las adversidades que ha sufrido en los últimos años. Ahora es un club de oportunidades y donde se refleja el trabajo de todo el mundo», valoró en un primer momento.

«Los jugadores, cuando ves que son felices a pesar de que hay mucha exigencia y muchos obstáculos, se crea un clima espectacular. El mayor desafío que teníamos esta temporada es que todos los jugadores se sintieran importantes, y creo que esa es una de las claves del buen ambiente del vestuario. La pena de todo esto es que la afición no pueda disfrutar de este equipo, y los propios futbolistas de los aficionados. Cuando pueda ocurrir será brutal. Otra cosa importante también es el hambre del grupo, aunque tengan 18 o 30 años. Es normal que los jugadores quieran seguir aquí a pesar de todas las circunstancias que se han superado», concluyó Pellicer.