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A tres días del comienzo de la tercera temporada consecutiva del Málaga Club de Fútbol en Segunda División –un hecho inédito de la entidad de Martiricos con su actual denominación– las incógnitas se mantienen en torno a la configuración de su plantilla. El entrenador del ... equipo, Sergio Pellicer, tiene más o menos claras las ideas sobre lo que desea... a expensas, claro está, de que el rompecabezas se complete a comienzos de octubre. En principio el exlateral blanquiazul se decanta por un 3-4-3 como sistema (aunque en el comienzo de la Liga todavía no lo tiene definido por las dudas sobre los jugadores con los que va a poder contar) y ha mentalizado a todos de que quiere que el Málaga sea 'el Getafe de Segunda'.
La confirmación por parte del administrador judicial, José María Muñoz, sobre la inscripción de las siete incorporaciones realizadas hasta el momento –el portero Dani Barrio, el lateral derecho Calero, el central o medio centro Escassi (los tres, del Numancia), el centrocampista Cristian (Extremadura), el extremo Rahmani (Almería) y los delanteros Caye Quintana (Cádiz) y Orlando Sá (Standard de Lieja)– le ha permitido a Pellicer respirar. El pasado sábado, en el último amistoso de pretemporada –en Coín frente al Alcorcón (0-2)–, sólo empleó a tres futbolistas con rango de profesional y además sin que aún estuvieran dados de alta por LaLiga. El entrenador no quiso arriesgar un ápice y, al margen del aluvión de futbolistas con problemas físicos, prefirió no dar un solo minutos a aquellos que, incluso estando incluidos en el ERE, se encontraban disponibles y a los que podía recurrir obligatoriamente en la primera cita del campeonato, pasado mañana en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife (21.00 horas, emitido por Gol).
La inscripción del referido grupo de futbolistas supone un alivio para el entrenador, pero no cabe duda de que la fase de preparación ha sido tan atípica por los archiconocidos factores extradeportivos que el Málaga no llega ni de lejos al estreno liguero como hubiera deseado el entrenador. De hecho, dado que el mercado veraniego no concluye hasta el 5 de octubre y hasta entonces se disputarán tres jornadas, Pellicer ha calificado internamente este tramo inicial de «una pretemporada con puntos». Y no le falta razón porque él y su cuerpo técnico han trabajado casi a ciegas. Físicamente se ha tratado de llegar en un punto óptimo, pero la incorporación escalonada de los futbolistas ha resultado muy perjudicial. Casi todos los nuevos tuvieron un periodo previo de entrenamientos dispuestos por los preparadores del primer equipo (a escondidas, incluso, en determinados casos), aunque obviamente no es lo mismo ejercitarse en solitario o con algún otro compañero, al margen del grupo, que meterse de lleno en la intensidad propia de una sesión de todo el plantel.
Un equipo nuevo con Tete como único superviviente definido , 18 profesionales y una larga lista de canteranos.
Plantilla actual Dani Barrio y Gonzalo**. Defensas: Cifu*, Calero, Ismael**, Luis Hernández*, Escassi, Juande, Diego González* y Cristo**. Centrocampistas: Rolón*, Benkhemassa*, Boulahroud*, Quintana**, Keidi, Cristian, Ramón**, Iván Jaime**, Hicham**, Renato*, Juanpi*, Dani Pacheco*, Tete, Rahmani, Larrubia** y Juan Cruz**. Delanteros: Caye Quintana, Orlando Sá y Julio**. Entrenador: Sergio Pellicer. (* Pendientes de salida **Sin ficha profesional)
3-4-3 Aunque Pellicer ha trabajado durante la pretemporada con sistemas con cuatro defensas, el éxito de la pasada Liga hace que piense más en un esquema con tres centrales, aunque dependerá de las piezas que tenga...
Tácticamente ya es otro cantar. Contratiempos aparte, Pellicer ha seguido la línea de Míchel hace tres veranos (cuando era ayudante del madrileño) y ha preparado al equipo con dos sistemas, sobre la base defensiva de tres o cuatro elementos. Porque inicialmente la intención era volcarse más en ese planteamiento con tres centrales que resultó tan fructífero en la recta final de la pasada temporada, pero en la primera cumbre de todo el cuerpo técnico todos llegaron a la misma conclusión. «No sabemos con qué jugadores vamos a contar», se lamentaban.
A Pellicer (como a Míchel) le gusta hablar más de 3-4-3 que de 3-4-2-1 porque en la zona de ataque prefiere extremos con velocidad que futbolistas interiores, pero en la 'miniliga' entre junio y julio quedó patente que el castellonense tampoco descarta contar con dos futbolistas interiores que arropen al ariete, faciliten más juego 'por centro' y dejen el pasillo libre a los 'carrileros'. Sin ir más lejos, Cifu (pendiente de su salida) y Juan Carlos (ya desvinculado) lo eran, igual que Calero (llegado del Numancia para el flanco derecho) es más 'carrilero' que lateral. Pero, por ejemplo, la incorporación de Rahmani, la continuidad de Tete y la fe ciega del entrenador en Hicham («este es el momento para que des el paso al frente», le suele decir al joven marroquí) hacen pensar más en un 3-4-3. Asimismo, al tratarse de extremos tan 'puros', es obligado pensar en una variante con cuatro hombres atrás en un 4-4-2 (con Orlando Sá y Caye Quintana arriba), un 4-2-3-1 o incluso un 4-1-4-1 (porque Cristian, llegado del Extremadura, puede rendir mejor como interior).
La distribución numérica de los jugadores es una incógnita –aunque ya se sabe que es más importante la distribución de los espacios–, pero no así el estilo. ¿Qué Málaga se verá durante esta temporada? Evidentemente el retraso en la planificación juega en contra. Y en este caso mucho, porque en un mercado tan ralentizado la mayoría de sus rivales conservan la base de la campaña anterior mientras que en La Rosaleda se puede hablar sin ambages de que es un 'equipo nuevo'. El conjunto blanquiazul está ahora en los cimientos, como quedó de manifiesto en el amistoso contra el Espanyol, pero Pellicer quiere que el Málaga sea 'el Getafe de Segunda'.
En cierto modo, el técnico apostará por la continuidad en el estilo, con un equipo férreo, compacto, con las líneas juntas, rocoso... Pero pretende que sea también un conjunto dinámico, vertical y rápido en las salidas. De contragolpe, si es necesario. Con transiciones rápidas y llegadas desde segunda línea. Y, sobre todo, que sepa lo que tiene que hacer en cada momento del partido. El reto no se antoja fácil, porque la limitación de profesionales (sólo 18 debido a la sanción impuesta por LaLiga) obligará a recurrir a numerosos canteranos que, junto al 'hambre' que desea Pellicer en sus jugadores, pueden pagar su bisoñez. Eso sí, a pesar de todas las dificultades, el castellonense ha mentalizado a todos desde el primer día con una frase: «La Liga será una montaña rusa».
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