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Pellicer repasó muchas cuestiones en su rueda de prensa previa al choque ante el Ceuta (domingo, 12.00 horas). Avisó del potencial de su próximo ... rival, aclaró la situación de los dudosos cara al partido y también hubo hueco para el componente emocional. «Es un partido importantísimo. Están con la flecha hacia arriba y fuera de su estadio es el que menos balones pierde, pero tengo mucha confianza en mis jugadores. Hemos sabido competir y estamos compitiendo. Somos personas, hay días que estamos mejor y días que estamos peor. El Ceuta va a estar ahí arriba. Conseguir la victoria sería mucho y certificaríamos el poder mirar hacia otro lado», introdujo el castellonense. Cree que será uno de los partidos más igualados de todo el calendario, catalogó al Ceuta uno de los tapados y avisó de sus virtudes arriba: «Nos va a llevar a ser muy solidarios a nivel defensivo».
No podrá contar con Galilea por lesión, consolidado en el centro de la zaga en los últimos dos meses, y tendrá que recomponer su defensa con Murillo, Juande o Moussa. «En la defensa tenemos muchas opciones. Tienen toda la confianza. Va a haber cambios porque la plantilla está para eso, para que el que no juegue, se enfade, pero que demuestre por qué está aquí». Dani Lorenzo será duda hasta última hora y Genaro apunta a estar disponible, según afirmó. «Ramón aún no está al cien por cien. El otro día creo que estiré demasiado el chicle con él. Va a estar, pero para ayudarnos. Hay que dar pasos cortos con él para que en situaciones más comprometidas pueda dar su máximo», agregó sobre el centrocampista de La Alpujarra.
El de la primera vuelta fue otro de los choque que el castellonense tiene grabado en su retina. «Ayer lo volví a repasar otra vez. La primera parte nos costó, reaccionamos, pero perdimos el partido en dos transiciones. Fue el último partido de la primera vuelta y nos pone en alerta de las situaciones que vivimos allí». El partido coincide con una semana emotiva por la conmemoración de los 120 años de historia del fútbol en la ciudad. Pellicer no cree que deba afectar: «No creo que deba afectar, La semana pasada los concentré, pero estamos en Málaga y llevamos ya mucho tiempo con ruido. Se ha hecho un gran evento y se ha sacado una camiseta muy valiosa que significa todo lo que representamos. Ahora hay más niños que en Primera y eso es sentimiento y tenemos que dar todo para devolverlo. Porque el malaguismo es eso».
En el tramo clave del curso, apuntó a sumar para llegar a las últimas cinco jornadas en la pelea. «Conseguir una victoria es ponerte en verde y no en rojo». Mirando al pasado reciente y refiriéndose al Linares, reconoció estar trabajando en la segunda línea de ataque y en ese último pase, una de las taras del equipo en su último compromiso.
Se puso sentimental para finalizar. Fue preguntado por su estado anímico, en lo personal, dentro de la anómala situación del Málaga. «Cada día soy más feliz de estar aquí, y también estoy más triste porque me queda un día menos. Tenemos que mantenernos firmes. Ser entrenador no es duro, es difícil, pero es lo más bonito que hay, el ser entrenador del Málaga», dijo en un primer momento. No obstante, no aludió a ninguna despedida con esa frase: «Nos vamos haciendo mayores y es así. Es verdad que lo vivo con mucha pasión. Cada empate y derrota lo sufrimos mucho, pero recargamos las pilas. Es una profesión difícil, pero no es dura», concluyó.
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